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A un hombre de 55 años de origen finlandés le picó una abeja en ojo y el aguijón se quedó clavado en su ojo derecho, concretamente en el iris, según un caso descrito en la revista científica New England Journal of Medicine.
El hombre acudió rápidamente a urgencias, pero para su desgracia, los médicos no pudieron quitarle completamente el aguijón y a los dos días la situación se agravó. El ojo comenzó a sangrar, la córnea se inflamó, su visión se deterioró y sentía un dolor intenso, por lo que el hombre decidió acudir a una clínica oftalmológica especializada. Allí, los médicos encontraron el aguijón incrustado en el tejido transparente entre el iris y la esclerótica.
Para extraer el aguijón de la abeja tuvo que someterse a una intervención quirúrgica y tomar medicamentos antibacterianos y esteroides a través de gotas. Cinco meses después, en una revisión, la visión del hombre era casi perfecta.
Es un caso muy raro, y también peligroso, ya que cuando la abeja pica, pierde parte del abdomen adherido al aguijón lo que puede provocar infecciones con la que le ha ocurrido a este hombre. Probablemente parte del veneno le penetró en el iris, lo que desencadenó una reacción inmune .
No en todos los casos los oftalmólogos deciden intervenir quirúrgicamente, aunque esta es la mejor opción. Algunos estudios han indicado que algunos pacientes no la han requerido porque la visión se ha mantenido pesar del cuerpo extraño.
Entre el 15 y el 25% de la población presenta sensibilización al veneno de himenópteros, cifra que sube al 36% en apicultores debido a su alta exposición. Las reacciones graves (generalizadas) aparecen entre el 5-15% de la población, según publica QuirónSalud. "No se disponen de datos fiables sobre la mortalidad, pero probablemente sea mayor de lo que se supone y algunos casos de muerte súbita sean debidos a esta alergia".
Las personas alérgicas al veneno suelen experimentar una reacción local intensa, con enrojecimiento, hinchazón de al menos 8-10 cm y duración de más de 24 horas. Cualquiera que sepa que es alérgico debe llevar adrenalina, su salvavidas.
La alergia a los himenópteros (abejas y hormigas) puede tratarse con inmunoterapia específica. Esta inyección previene reacciones alérgicas sistémicas con una eficacia superior al 90% y, tras un tratamiento mínimo de cinco años, protege durante mucho tiempo incluso después de detenerlo.
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