Los peligros de la mosca negra: qué pasa si me pica y cómo diferenciarla de un mosquito común
Su mordedura es dolorosa, suele causar inflamación y puede necesitar consulta médica
En los últimos años su presencia se ha aumentado en comunidades como Madrid, Aragón y Cataluña
Te ayudamos a identificarla y a entender por qué se vuelve a hablar tanto de ella cuando llega el calor
Un año más, la mosca negra está presente en nuestro día a día con el aumento de las temperaturas. Se ha propagado por toda la geografía española hasta cifras nunca antes conocidas. Madrid es una de las comunidades más afectadas, que desde hace años lucha contra su presencia. Y ante tanta alarma, es importante saber diferenciarla.
Es más pequeña que la común, oscila entre los 3 y los 5 milímetros y su color es más oscuro. Es diurna, puede volar largas distancias y actúa a cualquier hora del día entre los meses de mayo y octubre. Su comportamiento también es distinto, ya que habitan y crían cerca de cursos de agua corriente. Pero si hay algo por lo que se está hablando de ella de nuevo es por su picadura.
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¿Cómo sé si me ha picado una mosca negra?
La mordedura es bastante dolorosa y puede ocasionar una herida que provoque infecciones. Solo las hembras pican, porque necesitan sangre para el desarrollo de los huevos en su interior. Su aparato picador tiene piezas cortadoras con las que erosionan la piel de la persona o animal. Realmente no pican: muerden. “Cortan” la piel, succionando la sangre que le sirve de alimento.
Las picaduras suelen tener lugar en las extremidades inferiores, principalmente por debajo de la rodilla; causando dolor e irritación y produciendo, en ocasiones, dermatitis, edema y picor.
La Consejería de Sanidad ha detectado que en algunos los municipios afectados por su presencia las consultas médicas por este motivo han aumentado. Pero tranquilo, no transmite ninguna enfermedad en España. Esto solo sucede en países del África subsahariana, Brasil y Venezuela, entre otros.
¿Qué hago si me ha picado?
Es primordial intentar no rascarse para que la herida no empeore. Se recomienda aplicar hielo para bajar la inflamación y, en caso de que la hinchazón no disminuya, acudir al médico, que puede considerar oportuno recetar un corticoide. También, si se produce una reacción alérgica, hay que acudir a urgencias, sobre todo si hay afectación del estado general, reacción cutánea generalizada, hinchazón de los labios o dificultad respiratoria.
¿Dónde se encuentra?
Para que sus larvas se desarrollen correctamente, buscan agua en buenas condiciones ambientales, de ahí que en el río Manzanares haya encontrando un hogar. Y es que en los últimos años ha habido una mejora en la calidad de su agua, lo que ha propiciado la colonización y el crecimiento incontrolado en sus cauces de una planta, la espiga de agua, que es donde principalmente ponen sus huevos.
En la Comunidad de Madrid se ha detectado principalmente en la confluencia de los ríos Henares y Jarama, afectando sobre todo a los municipios de Alcalá de Henares, Arganda del Rey, Coslada, Mejorada del Campo, Rivas-Vaciamadrid, San Fernando de Henares, Torrejón de Ardoz y Velilla de San Antonio. También se ha encontrado en el Tajo (Aranjuez).
No es solo un problema de la capital. Existen casos similares en la cuenca del río Ter (Girona) o en la confluencia de los ríos Ebro, Cinca y Segre (Aragón), etc.
¿Cómo evitar las picaduras?
- Evita los paseos por las zonas más afectadas, como las cercanías de los ríos en los momentos en que la mosca negra está más activa: en las primeras y últimas horas de día.
- Lleva ropa que cubra la mayor parte del cuerpo de colores blancos o claros, ya que este insecto se siente atraído por colores oscuros o combinados.
- Usa sustancias repelentes para la piel que quede al descubierto, sin ponerlas en zonas delicadas, heridas y cortes.
- Consulta a su farmacéutico o médico, quién le informará sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y la utilización de medicamentos y productos sanitarios como los repelentes, especialmente en niños y embarazadas.
¿Qué medidas se están adoptando para su control?
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) alerta de que los efectos del cambio climático pueden cambiar la actual situación en cualquier momento y advierten de que la única forma de evitar que este insecto se convierta en un problema de salud pública también en España es volcar esfuerzos en su prevención y control.
A partir de 2019, el gobierno local de Madrid ha implementado dos estrategias para disminuir la cantidad de este insecto en el río: la poda de la vegetación que está en contacto con el agua y el uso de larvicidas naturales para combatir su reproducción. En 2023 se llevaron a cabo un total de ocho tratamientos larvicidas, lo que logró una disminución significativa, con una mortalidad general media del 80 % en los distintos tramos del río.
Este año acaban de empezar la campaña anual en el tramo urbano del río. La zona de trabajo y estudio comprende el cauce del río Manzanares y su área próxima, dentro de su tramo urbano: desde el ámbito residencial del distrito de Fuencarral-El Pardo hasta el límite del término municipal de Madrid, en los distritos de Villaverde y Villa de Vallecas.
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