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La muerte de un corredor el pasado domingo mientras participaba en la media maratón de Barcelona pone de manifiesto los peligros de sobreesfuerzos físicos en personas que no están preparadas.
El fallecido sufrió una parada cardiorrespiratoria cuando cruzaba la línea de meta tras recorrer los 42 kilómetros del circuito de la capital catalana.
Correr una maratón es uno de los retos más exigentes a los que puede enfrentar una persona ya que supone un gran esfuerzo físico. Se necesita una preparación y una serie de medidas para que el participante no termine lesionado y pueda disfrutar de la carrera.
Además, es recomendable realizarse chequeos médicos de forma habitual para comprobar que nuestro estado de salud es óptimo.
Antes de la carrera se deben realizar entrenamientos que se adapten al objetivo de cada corredor, a su forma física o al tipo de competición en la que se quiere participar.
Se recomiendan entrenamientos suaves, adaptándolos a nuestra condición, y siguiendo las recomendaciones de un experto. Además, se puede combinar la práctica del atletismo con otros deportes o ejercicios alternativos como caminar o nadar, siempre y cuando se cumpla con el entrenamiento original y se respeten los días de descanso.
Si nunca se ha practicado atletismo, se recomienda empezar por veinte minutos diarios e ir subiendo hasta los 50 minutos o una hora.
En el caso de un corredor principiante que quiere preparar una maratón, los profesionales abogan por entrenar un mínimo de tres días, aunque lo ideal sería un entrenamiento de cinco o seis días a la semana.
El día antes de la carrera se debe entrenar de manera suave para no castigar las piernas.
El día de la carrera es recomendable un desayuno completo, no copioso. Desayuna dos o tres horas antes de la prueba para dar al cuerpo el tiempo suficiente para hacer la digestión y prepararse para el esfuerzo.
El corredor ha de realizar un calentamiento y estiramientos previos de sus músculos y organismo para someterse al esfuerzo posterior.
Durante la carrera ha de estar concentrado, conocer sus límites y ser consciente de sus capacidades en todo momento de la duración de la prueba.
La vuelta a la calma ha de ser paulatina, caminar con respiración suave, y realizar estiramientos de los músculos que hayan intervenido en el ejercicio.
Es fundamental hidratarse bien antes, durante y después de la carrera. En este sentido, la organización pone a disposición de los corredores puntos de avituallamiento de agua y bebidas isotónicas a lo largo del trayecto y en meta.
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