La biopsia líquida, ¿cuándo es una alternativa en el diagnóstico del cáncer? ¿en qué consiste?

  • Emerge con fuerza en los últimos años el empleo de la biopsia líquida, una prueba que podía mejorar el diagnóstico del cáncer

  • Es una prueba que se realiza en casi todos los hospitales de tercer nivel españoles

  • En el cáncer de pulmón es donde más se ha estudiado y desarrollado esta prueba

La medicina de precisión aporta grandes avances en la investigación de numerosas enfermedades, como lo es en el caso tan preocupante del cáncer. Está emergiendo con fuerza en los últimos años el empleo de la biopsia líquida, una prueba que puede resultar en algunos casos complementaria o bien la alternativa a las biopsias de tejidos tumorales y que podía mejorar el diagnóstico del cáncer.

Y es que, lo habitual para diagnosticar un cáncer y ver cuál es su evolución, es la realización de las biopsias de tejidos tumorales, técnicas invasivas para las que es necesario realizar una cirugía o una punción; mientras que una biopsia líquida se logra a través de una analítica de sangre (lo más habitual), o la recogida de muestras de orina o de otros líquidos corporales, técnicas no invasivas y poco molestas para los pacientes.

Consiste en el análisis en el laboratorio de una o varias muestras de sangre, o bien de orina u otro líquido corporal, para verificar la existencia de células cancerosas en un tumor, o trozos pequeños de ADN o de otras moléculas que las células tumorales liberan en los líquidos corporales, tal y como detalla el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

"La posibilidad de tomar varias muestras a lo largo del tiempo favorece un análisis y comprensión de los cambios genéticos o moleculares que tienen lugar en el tumor", describe esta institución.

Así, resalta que entre las ventajas de la biopsia líquida se encontrarían el que a partir de estas muestras pueden planificarse mejor los tratamientos, ver si están siendo efectivos o no, averiguar si hay cáncer o no en un determinado momento, así como determinar si un cáncer se encuentra en un estadio temprano, o bien ha progresado.

Por qué no se está empleando tanto la biopsia líquida

En una entrevista con Infosalus, el vicepresidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), el doctor Rafael López, que precisamente en enero coordinó a nivel científico el IX Simposio Biopsia Líquida, nos comenta que España fue pionera en la implantación de esta técnica, aunque actualmente está bajando de las primeras posiciones: "Si nos comparamos con Europa occidental y con Estados Unidos estamos detrás. Siendo la cuarta potencia económica europea deberíamos estar más arriba de lo que estamos en su implantación".

Sostiene en una entrevista con Infosalus que se trata de una prueba que se realiza en casi todos los hospitales de tercer nivel españoles, de manera que hoy en día todos los pacientes y oncólogos tienen acceso al procedimiento.

Mantiene, eso sí, el doctor López, que la mayor dificultad que hoy se está viendo para su mayor implantación es económica: "El precio es alto, y no hay un buen estudio de lo que se puede ahorrar con ella. Además, hay dificultades de incorporación a nivel técnico, es una técnica compleja para la que también se necesitan los conocimientos, da informaciones complejas para las que tener conocimiento es imprescindible para interpretarlo".

A su juicio, su principal ventaja radica en que, con un poco de sangre o de líquido corporal, se es capaz de estudiar un tumor con las técnicas más complejas disponibles a día de hoy. "Es un método fácil de realizar, que se puede repetir hasta el infinito y que además es capaz de recoger toda la heterogeneidad del tumor", aclara.

No obstante, sí considera que la biopsia líquida es una técnica fundamental para el manejo de los tratamientos y de la enfermedad, no tanto para el diagnóstico, y para saber cuál es el fármaco más apropiado para el paciente en un momento determinado de la enfermedad, sobre todo en los estadíos más avanzados.

Destaca, igualmente, su papel en la enfermedad mínima residual, ya que sirve para verificar si, tras los tratamientos se ha eliminado el tumor o bien, por el contrario, quedan residuos microscópicos imposibles de ver con rayos X o con la cirugía: "Sobre la enfermedad mínima residual tiene muchas ventajas y podría evitar muchos tratamientos que se están dando ahora y no tienen sentido. Pero tampoco tenemos herramientas con las que discriminar y se debe acelerar en estos casos su incorporación".

"Es un análisis de sangre más complicado de lo normal, que aún no se realiza en todos los hospitales españoles. Aún falta por implementarlo en la práctica diaria porque hay objetivos que no están todavía demostrados con esta prueba de laboratorio", afirma por su parte en una entrevista con Infosalus el presidente de la Sociedad Oncológica de Galicia, el doctor Martín Lázaro, actual jefe de la sección de Oncología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo e impulsor del Simposio Nacional de Oncología de Precisión, que tendrá lugar en febrero.

En qué cánceres más se emplea

Dice que en el cáncer de pulmón es donde más se ha estudiado y desarrollado esta prueba; aunque también menciona el cáncer de colon o de próstata, y el melanoma. "Podría ser útil en muchos tumores, pero el más paradigmático el cáncer de pulmón", afianza este médico oncólogo.

   "Por ejemplo, en el tratamiento dirigido del cáncer de pulmón, si hubiera progresión de la enfermedad, se puede hacer una biopsia de tejido, o bien una biopsia líquida, donde verificar la existencia de una mutación de resistencias (si funciona o no el tratamiento), de manera que sea necesaria la puesta en marcha de un tratamiento diferente", agrega.

Por su parte, el vicepresidente de ASEICA, el doctor López, mantiene que su potencial facilitará que próximamente se puedan diagnosticar de manera precoz hasta 20 tipologías de tumores diferentes. Mantiene que en Estados Unidos ya se ha aprobado un primer test para el diagnóstico precoz de dos decenas de tumores y existen al menos tres o cuatro pruebas diferentes en estudio, "pruebas todavía son muy mejorables para ser adoptadas por un sistema sanitario europeo". Constata que las patologías que más se están beneficiando de la biopsia líquida son el cáncer de pulmón, el de mama, el digestivo y el genitourinario.

Una técnica no invasiva que podría adelantar si un paciente responde o no a un tratamiento

Entre sus ventajas, subraya igualmente el doctor Lázaro que la biopsia líquida evita el tomar una muestra de un tejido que no es fácil por la localización del tumor, o bien por la comorbilidad del paciente. "Se ha visto que la realización seriada de biopsias líquidas podría adelantar si un paciente responde o no a un tratamiento; y contar con un diagnóstico certero antes de que las alteraciones tumorales se vean reflejadas en las pruebas de imagen (TAC o resonancia, por ejemplo)", aclara el presidente de la Sociedad de Oncología gallega.

Otra de sus ventajas, según remarca el doctor Lázaro, es que tras un tratamiento local la biopsia líquida positiva puede señalar que aún queden restos de enfermedad, "y se ha visto que en estos casos puede ser peor el pronóstico, indicando que sea necesario algún tratamiento complementario (quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, entre otros)".

Igualmente, resalta que esta prueba puede ayudar igualmente a seleccionar un tratamiento más individualizado del paciente, al elegir qué fármaco emplear en caso de que haya progresión de la enfermedad y se den unas determinadas alteraciones. "Por ejemplo, en el cáncer de pulmón se usan fármacos dirigidos contra una alteración genética concreta. Cuando hay progresión de la enfermedad se da una mutación diferente que es detectable en la biopsia líquida", aclara.

Una revolución para el cáncer

Con ello, este doctor remarca que hoy en día la biopsia líquida se considera "una revolución en el diagnóstico del cáncer" porque puede ayudar en la realización de diagnósticos, así como en el seguimiento de pacientes, y todo con una muestra de sangre. "Si se implementa es una revolución porque con un análisis de sangre tenemos una información que sería imposible tener de otra manera", afirma Martín Lázaro.

Entre sus principales retos hoy en día se encontraría el determinar en qué más enfermedades, aparte de las citadas, podría ser útil; conocer el momento idóneo para realizarla; y después que su implementación esté incluida en la cartera de servicios de todos los sistemas de salud, considera.

En opinión del vicepresidente de ASEICA, del doctor López, se necesita que sea una prueba más barata, y también que sea más sensible para abordar precisamente cada vez más la enfermedad mínima residual y sobre todo, en un futuro, el diagnóstico precoz.

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