Un quiste es un saco que puede estar lleno de aire, líquido u otro material y que se puede formar en cualquier parte del cuerpo, incluidos los huesos, órganos y tejidos blandos. La mayoría de los quistes, como los epidermoides, son benignos. No obstante, algunas veces, explica la Clínica Mayo, el cáncer puede producir un quiste.
En cuanto al tumor, se trata de una masa anormal de tejido o hinchazón y, al igual que un quiste, se puede desarrollar en cualquier parte del cuerpo. Un tumor puede ser benigno o canceroso (maligno).
Cabe destacar que tanto los quistes como los tumores son tipos de crecimiento o formaciones anormales en el cuerpo, por lo que es completamente lógico sentir preocupación al detectarlos. Si has notado la presencia de un bulto, es fundamental buscar atención médica especializada.
Un tumor se forma cuando las células se dividen y se multiplican de manera anormal y excesiva en el cuerpo, señala el mexicano Centro Oncológico Internacional. Lo habitual es que el cuerpo controle la división y el crecimiento de las células para que se creen nuevas que puedan reemplazar a las viejas o desempeñar nuevas funciones.
Sin embargo, cuando esto no ocurre de la manera adecuada, las células anormales o dañadas se forman y se multiplican cuando no deben, pudiendo llegar a originar tumores. El tratamiento varía en función del tipo y su localización, requiriendo en ocasiones una intervención quirúrgica.
Algunos tumores son más comunes en un sexo que en el otro y otros son más frecuentes en los niños o en los adultos mayores. Existen otros que están relacionados con la dieta, el medio ambiente y los antecedentes familiares.
Por otra parte, los quistes que aparecen uniformes después de examinarlos con una ecografía, una resonancia magnética o una tomografía computarizada (TC) casi siempre son benignos y tan sólo deben controlarse.
Si el quiste tiene componentes sólidos, puede ser benigno o maligno y se tiene que evaluar en mayor profundidad. Esto se suele hacer con estudios por imágenes repetidos para observar si el quiste crece con el paso del tiempo, indica la Clínica Mayo.
El mejor examen médico para determinar si un quiste o un tumor es benigno o maligno es una biopsia. Este procedimiento consiste en extraer una muestra del tejido afectado o, en algunos casos, de toda el área sospechosa, y estudiarla con un microscopio.
También se emplea, apunta MedlinePlus, otro examen imagenológico denominado tomografía por emisión de positrones (TEP) para encontrar ciertos tipos de tumores.
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