Científicos holandeses descubren que hay cinco tipos de alzhéimer y confían en avances para encontrar cura

Un equipo de científicos holandeses ha descubierto que existen cinco tipos de alzhéimer, lo que podría explicar por qué algunos medicamentos parecen ser ineficaces contra esta enfermedad. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras examinar en más de 400 pacientes las proteínas del líquido cefalorraquídeo, que se encuentra en el cerebro y la columna vertebral. Al llevar a cabo este análisis de las proteínas, descubrieron diferencias clave, separando lo que alguna vez fue una única condición en cinco subtipos distintos, con diferente progresión clínica y esperanza de vida.

Por tanto, al haber identificado tipos específicos de la enfermedad, ahora los investigadores esperan poder crear tratamientos específicos y más efectivos. Hay que tener en cuenta que el alzhéimer, una de las principales causas de demencia, es una enfermedad progresiva del cerebro que poco a poco va robando la memoria a quienes lo padecen: una acumulación de proteínas anormales provoca la muerte de las células nerviosas.

A medida que estas células mueren, las funciones que desempeñan se pierden gradualmente, despojando a las personas de su orientación y también de su capacidad de pensar y razonar. No existe cura y las personas con alzhéimer tendrán necesidades de atención cada vez mayores a medida que avanza la enfermedad. En el estudio de los científicos holandeses, publicado en la revista 'Nature Aging' y recogido por 'Daily Mail', académicos del Centro Alzheimer de Ámsterdam, la Universidad de Ámsterdam y la Universidad de Maastricht en los Países Bajos examinaron a 419 pacientes con alzhéimer para determinar sus resultados.

Así fueron las pruebas de los científicos para determinar los cinco tipos de alzhéimer

Los expertos recogieron líquido cefalorraquídeo que se encuentra en el tejido que rodea el cerebro y la médula espinal y lo examinaron en busca de 1.058 proteínas. Al comparar los resultados en toda la cohorte del estudio, encontraron cinco subtipos diferentes de alzhéimer, cada uno con posibles implicaciones clínicas para su tratamiento. Se descubrió que una variación provoca un nivel inusualmente alto de crecimiento de células cerebrales, lo que alimenta la producción de proteínas anormales que provocan el Alzheimer. 

Los pacientes con este subtipo tenían la esperanza de vida promedio más larga en comparación con otros subtipos, viviendo en promedio nueve años después del diagnóstico. Una segunda clase de alzhéimer fue impulsada por problemas con el sistema inmunológico interno del cerebro, mientras que una tercera iteración se relacionó con problemas con la producción de proteínas del cerebro. Un cuarto subtipo estaba relacionado con problemas con el suministro de sangre al cerebro, mientras que un quinto desencadenó problemas con la barrera hematoencefálica, un borde de células que normalmente impide que sustancias más grandes lleguen al delicado tejido del cerebro. 

Los pacientes con la segunda y cuarta variaciones tuvieron la mayor atrofia cerebral (cuando el cerebro pierde neuronas, lo que lleva a problemas de pensamiento y memoria), revelaron los resultados de la resonancia magnética. Pero los pacientes con el subtipo tres tuvieron la peor progresión de la enfermedad, viviendo solo cinco años y medio después del diagnóstico, en promedio. Algunas de las proteínas identificadas en cada subtipo también estaban relacionadas con genes específicos, lo que significa que algunas personas están naturalmente más predispuestas a un tipo de alzhéimer.

Los autores dijeron que los resultados pueden explicar por qué algunos medicamentos para el alzhéimer probados previamente fracasaron o tuvieron un rendimiento inferior en los ensayos clínicos, a pesar de los resultados prometedores en el laboratorio. La teoría dice que debido a que cada subtipo parece tener una causa y una composición ligeramente diferente de la acumulación anormal de proteínas, es posible que los medicamentos solo funcionen en algunos o uno de los grupos de pacientes. Esto no sólo tiene implicaciones para la eficacia de los medicamentos, sino también para la seguridad, ya que diferentes medicamentos podrían interactuar peligrosamente con algunos subtipos. 

El estudio resalta la necesidad de tratamientos personalizados para los pacientes de alzhéimer

Los autores escribieron: "Por ejemplo, si bien los anticuerpos pueden cruzar más fácilmente la barrera hematoencefálica en el subtipo 5, estos individuos pueden tener un mayor riesgo de sufrir hemorragia cerebral que puede ocurrir con el tratamiento con anticuerpos". Los investigadores dijeron que sus resultados resaltaron la necesidad de tratamientos personalizados para los pacientes de alzhéimer. También pidieron más estudios para volver a analizar ensayos clínicos antiguos para probar si tratamientos particulares podrían tener beneficios específicos para subtipos específicos de alzhéimer. 

La enfermedad de alzhéimer es la principal causa de demencia, una afección en la que quienes la padecen tienen una capacidad disminuida para recordar, pensar o tomar decisiones, lo que interfiere con las actividades cotidianas. La demencia afecta a millones de personas en el mundo. La afección se considera un problema de salud mundial y se espera que las tasas se disparen a medida que las personas viven más, lo que supone  una carga cada vez mayor para los sistemas de salud. Se estima que la atención a los pacientes con Alzheimer y demencia le cuesta al Reino Unido £25 mil millones al año, según Alzheimer's Research UK. La gran mayoría de la suma se gasta en asistencia social.

Algunas de las primeras señales de que alguien tiene alzhéimer incluyen olvidar conversaciones o eventos recientes, perder artículos, olvidar los nombres de lugares y objetos, problemas para encontrar la palabra correcta, hacer preguntas repetitivamente, falta de juicio y dificultad para tomar decisiones. Actualmente no existe cura para el Alzheimer, sino que el tratamiento se centra en aliviar los síntomas. 

Sin embargo, en el último año se han producido algunos acontecimientos esperanzadores. Los ensayos realizados en 2023 demostraron que el nuevo fármaco donanemab puede eliminar las proteínas anormales que provocan la enfermedad, ralentizando la progresión temprana del Alzheimer hasta en un 60% en un avance aclamado como un "punto de inflexión" en la lucha contra la enfermedad. Otros investigadores están trabajando en una  vacuna contra el Alzheimer  , mientras que otros equipos han realizado estudios que muestran que aplicar electricidad al cerebro dos veces al día puede reducir los síntomas. 

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