Este domingo, 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus, una enfermedad cerebrovascular que deja todos los años más de seis millones de fallecimientos en el mundo. Algunos estudios los relacionan con procesos de depresión anteriores, elevando dicha probabilidad hasta un 46%, o con episodios de estrés.
A pesar de que la mayoría de los ictus se producen sin un diagnóstico previo, desde la prestigiosa Universidad de Harvard, en Estados Unidos, dieron una serie de pautas para evitarlos. Recomendaciones, por supuesto, que escucharíamos de cualquier doctor.
El primer consejo para no sufrir un infarto cerebral es controlar los kilos. El motivo es tan sencillo como que el sobrepeso o la obesidad pueden acarrear complicaciones cardiovasculares. Para ello, es fundamental llevar una dieta saludable que aporte la cantidad necesaria de calorías para afrontar la jornada.
El otro aspecto clave para no llevarse un buen susto en la báscula es el ejercicio físico. No hace falta machacarse en el gimnasio, basta con abandonar el sedentarismo y, al menos cinco días a la semana, salir a andar varios kilómetros en los que cueste cierto esfuerzo respirar, es decir, no pasear como si de una jornada de compras se tratase. También ayudará subir y bajas escaleras en vez de utilizar el ascensor.
La hipertensión es uno de los factores de riesgo más importantes. Y es que, quien la padece, duplica e incluso cuadruplica las posibilidades de tener un ictus. A la hora de alimentarse, hay que reducir la sal en las comidas y evitar los alimentos de colesterol alto. Y es que la hipertensión no sólo predispone a las hemorragias cerebrales, también a los infartos.
Tanto la apnea obstructiva del sueño como la diabetes harán que seamos más propensos a un infarto cerebral. En el caso de niveles altos de glucosa en sangre, el riesgo crece entre 1,8 y 6 veces, sobre todo si además tenemos la presión arterial alta.
El consumo de bebidas alcohólicas y/o de drogas, así como el tabaco, tanto si fumamos como si inhalamos el humo procedente de otras personas, también son factores de riesgo a la hora de sufrir un ictus. El cigarrillo repunta la viscosidad de la sangre y la acumulación de placa arterial.
Entre otros factores asociados con un riesgo más alto de accidente cerebrovascular, la Clínica Mayo añade los siguientes: