¿Cuándo aparece la andropausia en el hombre?

Los hombres también sufren los estragos de la edad con el paso de los años. Puede que no sea tan evidente como en el caso de las mujeres, pero sí que es cierto que los años hacen mella también en el género masculino. Ese fenómeno, que puede considerarse similar a la menopausia femenina, toma el nombre de andropausia.

Este problema es el resultado del descenso de las hormonas andróginas, que son segregadas por las glándulas suprarrenales y los testículos, reduciendo la cantidad de testosterona en sangre en los varones, lo que tiene unos efectos muy determinados. Los síntomas más evidentes son los siguientes:

  • Aumento de peso y/o acumulación de grasa abdominal
  • Problemas de erección, menor deseo sexual y eyaculación
  • Reducción de la masa muscular
  • Irritabilidad, depresión y/o malestar anímico
  • Problemas para dormir
  • Menor cantidad de energía

Cuándo y por qué aparece la andropausia

Lo primero de lo que hay que ser consciente es que no se puede evitar. Se trata de un paso más en nuestra evolución vital y forma parte del camino hacia la vejez que todos seguimos. Aunque se puede controlar en cierta medida con ciertas prácticas o incluso con un tratamiento hormonal de testosterona. 

Su aparición depende de distintos factores, como la genética, deficiencias hormonales previas, enfermedades cardiovasculares… Aunque en términos generales suele decirse que comienza en torno a los 40 años, y a partir de entonces con cada año que pasa se reduce  aproximadamente un 1% la cantidad de testosterona en sangre. Por tanto una persona de 80 años tendría un 40% menos de testosterona en sangre que cuando estaba en plenitud de sus facultades. 

¿Existe tratamiento para la andropausia?

Hay que ser conscientes de que no hay una cura como tal, ya que se trata de una fase natural de la vida. Es cierto que elementos como el sobrepeso o la obesidad pueden agravar la situación, pero en ningún caso se puede evitar. Sus síntomas, eso sí, se pueden aliviar con una terapia hormonal de reemplazo que supla el déficit de testosterona que experimentamos. En cualquier caso se trata de un tratamiento que debe ser recetado por un médico titulado, y su administración es a través de vía oral, inyecciones intramusculares, geles o parches cutáneos. Este médico, además realizará un seguimiento cada tres meses para revisar los resultados y, si fuera necesario, ir reajustando las dosis. 

Los beneficios son claros para el paciente, con un aumento de la libido y la actividad sexual, mayor masa ósea, reducción de la grasa, mejora de las funciones cognitivas… Por supuesto, también tiene unos posibles efectos secundarios, que hacen que no se recomiende el tratamiento en todos los casos. Hay estudios que unen este tratamiento con el crecimiento de la próstata o la estimulación del cáncer en este órgano. También puede producir apnea del sueño, trastornos emocionales, aumentar el riesgo de ataques cardiacos o la aparición de coágulos. Unas consecuencias graves por las que conviene evaluar el tratamiento hormonal caso por caso.

Una vida mejor con andropausia

Aún sin tratamiento hormonal los hombres pueden tomar una serie de hábitos en su día a día que mejorarán la calidad de su vida en términos generales. Se trata de recomendaciones poco específicas y que pueden contribuir a mejorar una gran variedad de condiciones, por lo que es recomendable seguirlos en la medida de lo posible. Nos referimos a los siguientes aspectos:

  • Realizar actividad física regular: ayuda a controlar el peso, evitar la pérdida de masa ósea y mejora el estado físico, mental y emocional.
  • Evitar consumir productos nocivos: El alcohol, tabaco y productos con cafeína no ayudan en esta etapa de la vida. 
  • Mejorar la alimentación: Una dieta con alimentos bajos en grasa y ricos en fibra ayudará también a mejorar los síntomas.