Condenan al Servicio Andaluz de Salud a una millonaria indemnización por demorar una cesárea: la bebé quedó con un 95% de discapacidad

El Servicio Andaluz de Salud (SAS), ha sido condenado a abonar una millonaria indemnización a unos padres por daños y perjuicios después de demorar una cesárea en el Hospital Clínico de Málaga durante el parto de una bebé que quedó en estado dependiente de por vida, con un 95% de discapacidad reconocida.

Así lo refiere una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía a la que ha tenido acceso EFE y en la que se dispone que el SAS ha sido concretamente condenado a pagar 3.500.000 euros a los progenitores.

El Tribunal Supremo no ha admitido el recurso de casación y, tal como ha precisado Damián Vázquez, abogado de la Asociación ‘El Defensor del Paciente’, que ha representado a los padres, se trata de una de las sentencias condenatorias más alta en vía contencioso-administrativa de España en lo que se refiere a su indemnización por los daños causados.

De hecho, el SAS intentaba en sus recursos discutir el baremo aplicable respecto a esa cuantía, pero los juzgados han dado la razón al criterio del letrado de los progenitores, atendiendo al estado de la pequeña, que precisa atención especializada y cuidados diarios de por vida.

La demora en la cesárea derivó en graves daños para la bebé: nació en parada cardiorrespiratoria

Los hechos, concretamente, se remontan al pasado 12 de octubre de 2014, cuando la madre acudió al Servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Victoria, en Málaga, encontrándose en su semana de gestación 38. Asistió porque presentaba contracciones, pero fue dada de alta.

Tan solo un día después acudió de nuevo y quedó entonces ingresada en el centro hospitalario. Allí, pese a la insistencia de los progenitores, no fue hasta el 17 de octubre cuando le practicaron la cesárea, una vez los médicos adoptaron el protocolo de parto. Entonces, según refleja la sentencia recogida por EFE, aparecieron desaceleraciones variables seguidas de pérdida de foco, razón por la cual se indicó cesárea emergente.

Tras ello, los facultativos comunicaron a la madre que había sufrido un desprendimiento de placenta, con sufrimiento por hipoxia isquémica de la bebé. Así, la niña nació en parada cardiorrespiratoria y precisó de maniobras de reanimación, intubación y dosis de adrenalina.

En esa situación, dados los evidentes daños que sufría la recién nacida, debió ser trasladada con carácter urgente al Hospital Virgen de las Nieves de Granada.

Ahora, tras la sentencia firme del TSJA, la Justicia da la razón a los progenitores y reconoce los daños sufridos, condenando al SAS a la millonaria indemnización.