Lavarse los dientes es una tarea cotidiana que, si no se hace bien, puede pasar factura. Caries, sarro o gingivitis pueden ser algunas de las consecuencias, por ello te damos unos trucos para que te cepilles bien sin invertir más tiempo del necesario.
Un buen cepillado nos ahorra problemas en la boca. Evitará desde la proliferación de bacterias que causan sarro y caries en los dientes, que nos pueden llevar incluso a la pérdida de piezas dentales, hasta las enfermedades de encías que tantos pacientes sufren en las consultas, como la gingivitis o la periodontitis.
En primer lugar, ¿cuánto tiempo dedicas a cepillarte? Lo mínimo son 2 minutos, según los expertos, y no necesitarás más de cinco.
Otra cosa a tener en cuenta es cada cuánto cambias el cepillo de dientes o, si usas eléctrico, cada cuánto repones el cabezal. El deterioro suele ser evidente, pero sino lo suyo es hacerlo cada dos meses, aproximadamente.
Procura usar un cepillo medio o blando, puesto que los duros pueden dañar la encía y causar llagas.
Lavarse los dientesGetty Images
La pasta que elegimos también es esencial. El dentífrico suele variar según el paciente, y nadie mejor que tu dentista sabrá decirte cuál necesitas. Si tiendes a tener sensibilidad, por ejemplo, pide consejo.
No olvides lavar la parte posterior de los dientes, que es donde más sarro suele acumularse porque los pacientes olvidan cepillarla.
Las encías se deben cepillar siempre, pero debe hacerse sin apretar y con suavidad, para que no sangren. Lo mismo vale para la lengua.
Una parte importante a la hora de lavar los dientes es el aclarado. No te enjuagues con demasiada agua para que no se retire todo el flúor que contiene la pasta, que crea una película en el diente que lo protege.
El acto de enjuagarse la boca pude dañar el diente si no se hace bienGetty Images
Repite el procedimiento cada vez que comas, mínimo 3 veces al día.
Usa hilo dental al menos en uno de esos lavados para retirar los restos que puedan quedar entre los dientes.