El cáncer es la principal causa de muerte en niños y adolescentes y, aunque el porcentaje de supervivencia es alto, los tratamientos a los que les someten son muy agresivos precisamente para lograr su curación. El deporte se ha convertido en un arma más para luchar contra la enfermedad, ya que colabora en la recuperación de los niños, ayuda a eliminar las toxinas del tratamiento y previene futuras enfermedades cuando sean adultos. Pero, sobre todo, les hace sentirse mejor.
Para llegar hasta esta conclusión un equipo de profesionales lleva quince años trabajando, entre ellos está el catedrático en Fisiología del Deporte de la Universidad Europea, Alejandro Lucía, en grandes hospitales.
Según explica Lucía, ahora se están centrando en los adolescentes, ya que es una etapa de la vida difícil, que el cáncer complica mucho más. Para ello cuentan con la financiación de la WCRF. El programa está implantado en el Hospital Niño Jesús y también en La Paz y el objetivo es ir llegando a más hospitales.
La educadora física de la Fundación Aladina Elena Santana explica cómo son cada vez más los equipos médicos que suman a la terapia el ejercicio pautado y adaptado a cada niño.
El relato de las familias avala también este tratamiento, los niños van mejor preparados para enfrentarse a las operaciones, se recuperan mejor y, sobre todo, comparten un rato de ocio donde hablan de sus cosas, nos ha explicado María Paz Casado, la madre de un paciente de cáncer. Y también nos lo han contado Marcos y Daniel, de 13 y 14 años. Comparten la vida y esta es la mejor terapia.