Los petardos de la Noche de San Juan se convierten en una tortura para Eric, con hipersensibilidad severa al ruido

Hoy se celebra la Noche de San Juan, la más corta del año, en la que damos la bienvenida al verano. Una madrugada de fiesta y hogueras, de fuegos artificiales y petardos, marcada en rojo para los que tienen perros y para familias como la de Eric, un niño con autismo e hipersensibilidad severa al ruido.

Un día como hoy, Eric no puede salir de casa sin sus cascos puestos porque es oír un petardo y ponerse literalmente malo. Su madre explica a Informativos Telecinco que "es algo físico no es un miedo que tengan es que les afecta, les duele los ojos, les duele la cabeza y es un dolor muy agudo".

En España, cerca de un millón de personas sufren de hipersensibilidad severa al ruido

Por eso, el ruido de los petardos y otras efectos pirotécnicos lanzados durante la fiesta de San Juan es un drama para cerca del millón de personas que en España sufren de hipersensibilidad severa a los sonidos fuertes, descomunales para el oído canino. 

Ante este peligro, muchas de estas personas han de quedarse en casa y han de estar acompañadas por que ningún padre va a dejarles "solos en esta fecha pasándolo mal", recuerdan. Otros optan por medicar a sus hijos ya que el pánico es tan extremo que necesitan de medicación más fuerte.

Muchas administraciones locales están trabajando una solución que pasa por una fiesta sin sonidos traumáticos, con pirotecnia libre de ruido.