Sanidad ha confirmado un caso de tuberculosis en Calatayud. El paciente, con tos y otra sintomatología de la enfermedad, ha sido derivado a la sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, según ha podido saber ‘El Heraldo’.
El paciente acudió al Hospital Eernest Lluch el viernes acompañada por una familiar que también ha quedado ingresada para realizarle las pruebas y comprobaciones habituales en estos casos. El mismo diario indica que el procedimiento habitual en estos casos consiste en estudiar los contactos cercanos, así como el tratamiento, si hubiese positivos de esta enfermedad respiratoria.
“La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por un tipo de bacteria y que suele afectar a los pulmones”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), que añade que “se propaga por el aire cuando una persona infectada tose, estornuda o escupe”.
No todo el mundo que se infecta con tuberculosis enferma o contagia. Solo un pequeño porcentaje, entre un 5 y un 10%, presenta síntomas, que en algunos casos pueden ser leves y contagiar a otros sin saber que se trata de esta enfermedad.
La OMS indica que los síntomas dependerán de la parte del cuerpo en la que la enfermedad esté activa. Suele afectar a los pulmones, los riñones, el cerebro, la columna vertebral y la piel.
El paciente puede presentar tos crónica (a veces con sangre), dolor torácico, astenia, cansancio, pérdida de peso, fiebre y sudores nocturnos.
La OMS recuerda que la tuberculosis está presente en el mundo entero y afecta principalmente a los adultos en sus años más productivos. Sin embargo, todos los grupos de edad están en riesgo.
El colectivo de más riesgo son bebés, niños y personas con diabetes (hiperglucemia), un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, VIH o Sida), malnutrición o que consumen tabaco.
En cifras, un total de 1,6 millones de personas murieron de tuberculosis en 2021 (entre ellas 187 000 personas con VIH). En todo el mundo, la tuberculosis es la decimotercera causa de muerte y la enfermedad infecciosa más mortífera por detrás de la COVID-19 (por delante del VIH y el Sida).
Se estima que en 2021 enfermaron de tuberculosis 10,6 millones de personas en todo el mundo: 6 millones de hombres, 3,4 millones de mujeres y 1,2 millones de niños. Cabe destacar del 80% de los casos y las muertes se dieron en países de ingreso bajo y mediano.
Aunque la tuberculosis está presente en todos los países y grupos de edad, es una enfermedad que se puede curar y prevenir. De hecho, se estima que entre 2000 y 2021 se salvaron 74 millones de vidas gracias al diagnóstico y el tratamiento de la tuberculosis. Pero, ¿cómo se previene esta enfermedad?
Para prevenir la infección por tuberculosis y su propagación, la OMS indica los pasos a seguir: buscar atención médica si se tienen síntomas; hacerse una prueba, especialmente, si ha tenido contacto con alguna persona infectada o si pertenece a un colectivo de riesgo; completar el tratamiento si ha sido prescrito; en caso de infección, adoptar prácticas de higiene al toser, utilizar mascarilla y deshacerse adecuadamente del esputo y los pañuelos.
Asimismo, es recomendable el uso de respiradores y ventilar adecuadamente en centros de salud y hospitales para reducir el riesgo de infección.
El tratamiento de esta enfermedad es a través de antibióticos como la isoniacida, la rifampicina, la piracinamida, el etambutol o la estreptomicina. Estos se tomarán de 4 a 6 meses.
Si la enfermedad no responde a ellos, se utilizará un tratamiento con diferentes medicamentos más tóxicos, caros y de mayor duración. Estos casos de tuberculosis multirresistente siguen “representando una crisis de salud pública y una amenaza para la seguridad sanitaria”. La OMS señala que solo una de cada tres personas con tuberculosis farmacorresistente tuvo acceso al tratamiento en 2021.