Las quemaduras en la infancia son uno de los principales factores relacionados con el melanoma
Las quemaduras en la infancia, principal factor relacionado con el cáncer de piel
Tener antecedentes de quemaduras por el sol es un factor de riesgo
Día Mundial del Melanoma, el cáncer de piel más agresivo, del que se diagnostican 6.000 casos al año
Verano es sinónimo de largos días de piscina y playa donde los niños disfrutan al máximo sin importarles las consecuencias de largas horas de exposición al sol, por lo que los adultos debemos cuidar la delicada piel de los más pequeños.
El dermatólogo del Hospital Vithas Castellón Gerard Pitarch Bort ha advertido, con motivo del Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, que se celebra este 13 de junio, que "el principal causante del cáncer de piel es el exceso de radiación solar" y que "las quemaduras en la infancia son uno de los principales factores relacionados con el melanoma y otros cánceres cutáneos".
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Factores de riesgo
En este sentido, el dermatólogo del Hospital Vithas Medimar Pedro Lloret explica que existen diferentes factores de riesgo que predisponen a tener un cáncer de piel o melanoma, entre los que destacan tener antecedentes de quemaduras por el sol ya que "haber tenido una o más ampollas de quemaduras por el sol de niño o adolescente aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel de adulto".
Otros factores de riesgo son "tener algún familiar que haya padecido cáncer de piel o si el propio paciente ya lo ha padecido" así como "tener la piel clara dado que al tener menos pigmento en la piel (melanina), proporciona menos protección contra la radiación ultravioleta".
Las personas que se exponen excesivamente al sol, así como aquellas que viven en climas cálidos y su exposición es alta, "tienen mayor riesgo de padecerlo, especialmente si la piel no está protegida con protección solar o ropa", especifica el especialista.
Por otro lado, las personas que tienen muchos lunares o lunares atípicos se encuentran en mayor riesgo de padecer cáncer de piel, así como tener lesiones cutáneas precancerosas, como queratosis actínicas, siendo frecuentes en el rostro, la cabeza y las manos.
Además, tener un sistema inmunitario debilitado, haber recibido tratamiento de radiación para las afecciones de la piel, como eccema y acné, y la exposición a ciertas sustancias, como el arsénico, puede también aumentar el riesgo de padecerlo", concluye.
Carcinoma y melanoma
Los principales tipos de cáncer de piel son el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y el melanoma. Tal y como explica el dermatólogo del Hospital Vithas Valencia 9 de octubre, el doctor Ruggero Moro, "la incidencia de cáncer de piel está en constante aumento en las últimas décadas tanto en España como en muchos países del mundo".
Según el doctor, aproximadamente, "el 95 por ciento de estos tumores serán cáncer cutáneo no melanoma y el restante cinco por ciento melanoma. Según las estimaciones de la Red Española de Registros de Cáncer, ese aparentemente pequeño cinco por ciento, corresponderá a 8.049 españoles que serán diagnosticados de un melanoma de piel en el año 2023".
"La mayoría de los carcinomas basocelulares aparece en áreas del cuerpo expuestas al sol, especialmente donde se produjeron quemaduras solares, aunque pueda aparecer prácticamente en cualquier área corpórea. Su capacidad de dar metástasis es excepcional y suele ocurrir en casos muy evolucionados, aunque pueda ser invasivo localmente por su crecimiento progresivo", comenta el profesional.
Por otra parte, el carcinoma epidermoide o espinocelular es el segundo cáncer de piel más frecuente. "Supone hasta un 20 por ciento de los cánceres cutáneos no melanoma y comparte los mismos factores de riesgo que el carcinoma basocelular y consecuentemente puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, sin embargo, el carcinoma epidermoide suele darse en áreas expuestas crónicamente a la luz solar como, por ejemplo, las orejas, la cara, el cuero cabelludo, las manos, los brazos y las piernas", asegura el doctor Moro.
Daño acumulativo
El daño provocado por la exposición solar en las células es acumulativo, por lo que el riesgo de padecer este cáncer se incrementa con la edad. "El carcinoma epidermoide es un cáncer potencialmente agresivo; por lo tanto, su diagnóstico y tratamiento precoz es fundamental", añade.
En último lugar, el melanoma es un tumor mucho menos frecuente que los otros tipos de cáncer de piel, pero su comportamiento es más agresivo, por lo que es más probable que se pueda diseminar a otras partes del cuerpo.
Por ello, los expertos inciden en que "es muy importante la prevención que pasa por una autoinspección regular de la piel, que se puede realizar en casa utilizando reglas sencillas como la ABCDE (asimetría en dos o más ejes, borde irregular, dos o más colores, diámetro), por una exposición solar consciente y controlada, y por un seguimiento habitual con un dermatólogo, especialmente para las categorías más de riesgo", concluye el doctor.
Abordaje de cáncer de piel
Con respecto al tratamiento del cáncer de piel, la dermatóloga del Hospital Vithas Lleida, la doctora María Reyes García de la Fuente, explica que este "depende mucho del tipo de cáncer y el estadio".
En general, "el tratamiento es quirúrgico, como es el caso de los melanomas, el carcinoma escamoso y el carcinoma basocelular, pero existen algunas variedades de cáncer que permiten otras opciones terapéuticas como es el caso del carcinoma basocelular superficial, que puede ser tratado con terapia fotodinámica la cual consiste en la aplicación de una crema fotosensibilizante que en contacto con la luz solar se produce una reacción bioquímica que elimina las células cancerosas", explica la doctora.
"También hay determinados tipos de cáncer de piel que son tributarios a radioterapia como algunos carcinomas basocelulares. En casos de melanomas muy avanzados, a parte de la escisión quirúrgica con ampliación de márgenes, también debe realizarse el estudio del ganglio centinela", añade.
Depende del estadio del melanoma y sus características junto con las comorbilidades que presente el paciente a veces debe realizarse tratamiento con inmunoterapia, quimioterapia, radioterapia o la utilización de fármacos contra dianas moleculares en melanomas portadores de mutaciones concretas.