Alimentos para un cuerpo sano: estas son las comidas que ayudan a cuidar la salud

La alimentación es clave para una buena salud. Los nutrientes de calidad nos ayudan a estar más activos y animados, síntoma de que cuidan nuestro cuerpo favoreciendo la digestión y haciendo que nuestro corazón y otros órganos funcionen debidamente. ¿Cuáles son los mejores alimentos?

El ejercicio, una debida hidratación y una dieta equilibrada son las bases de una vida saludable. Vivimos en la era de los platos preparados, la bollería industrial y los aditivos y conservantes, por eso no siempre es fácil elegir los mejores productos en el supermercado. Apunta estos diez alimentos que le hacen mucho bien a tu organismo.

Pese a su mala fama por el aliento que nos deja al comerlo, el ajo es un ingrediente con muy pocas calorías que además es rico en vitamina C, vitamina B6 y manganeso. Añadirlo a nuestras comidas no solo es darles un extra de sabor, también de nutrientes saludables. Los expertos aconsejan incluso ingerirlo en ayunas para reducir el colesterol malo, cuidar el corazón y hacer “detox”.

El salmón o el emperador son algunos de los pescados azules que, por su alto contenido en omega 3, ayuda a combatir enfermedades cardiovasculares. También contiene fósforo y magnesio, vitaminas del grupo B y las vitaminas A y D, entre sus proteínas y sus minerales. Está comprobado que ayuda a reducir los niveles de colesterol, así como el riesgo de arritmia.

El huevo es una extraordinaria fuente de proteína, y además tiene vitaminas que nos dan energía, y contiene todos los aminoácidos esenciales. Ya sea cocidos, pasados por agua, en tortilla o revueltos, o como ingrediente en otras recetas, te aconsejamos su consumo habitual.

Verduras como las espinacas, acelgas o los canónigos tienen una función depurativa, ya que purifican y oxigenan la sangre, reduciendo el riesgo de alergias y anemias. Además, son un chute vitamínico, por lo que nos dan energía, así como de minerales y fibra, favoreciendo la digestión y el sistema inmunológico. Los expertos aconsejan incluirlas en todas las comidas, especialmente cuando estamos malitos o recuperándonos de una operación.

Los garbanzos son fuente de vitaminas del grupo B, de fibra, contienen ácido fólico, y nos aportan minerales como el calcio y el hierro, al igual que las lentejas o las alubias. Son bajas en grasa y saciantes al mismo tiempo.

Las almendras o las nueces son algunos de los frutos secos que te recomendamos comer de vez en cuando sobre todo si eres deportista. Contienen grasas saludables que nos dan un chute de energía y de fibra, Además, son ricas en antioxidantes y vitaminas, por lo que se dice que son buenas para el desarrollo intelectual.

La fruta estrella y que debería estar presente en toda dieta equilibrada es la manzana. Es uno de los alimentos más completos que existen. El 85 % de su composición es agua y posee potasio, necesario para la actividad muscular y renal, fibra que favorece el tránsito intestinal, y sus taninos tienen propiedades antiinflamatorias. Ayuda a reducir el colesterol en la sangre y controlar la presión arterial, disminuyendo el riesgo de sufrir problemas cardíacos.

La avena y la cebada tienen un alto contenido en fibra, vitaminas y minerales, y además son muy saciantes y pueden tomarse de infinitas maneras. Ayudan a reducir los niveles de colesterol malo, disminuir la presión arterial, y reducen también el riesgo de enfermedades del corazón, la diabetes y problemas del intestino.

El aceite de oliva virgen contiene polifenoles y vitamina, por lo que hay estudios que demuestran que protege contra la inflamación, el estrés oxidativo y el riesgo cardiovascular. Eleva los niveles de colesterol HDL (bueno) y disminuye el malo, y ayuda al control de la hipertensión arterial. Algunos estudios aseguran además de que reduce la aparición de trombosis y previene la aparición de diabetes.

La cebolla es buena para el sistema cardiovascular, disminuyendo los problemas circulatorios, ayuda a combatir el colesterol y la hipertensión, es antiséptica y ayuda frente a resfriados, es diurética, previene la diabetes, reduce los síntomas de la alergia y la inflamación y es buena para el intestino. Lo mejor es que puedes incluirla en infinidad de platos, desde guisos a ensaladas, preparada de muchas maneras.