Las extrasístoles son contracciones cardíacas prematuras, es decir, latidos que se adelantan. Se trata de un impulso eléctrico independiente del ritmo normal del corazón. Según indica la Clínica Sagrada Familia, todas las personas presentamos extrasístoles en algún momento de nuestra vida, incluso en mayor o menor medida a lo largo del día, pero la mayoría de ellas son asintomáticas y pasan absolutamente desapercibidas. Por otra parte, investigadores españoles desarrollaron un gel capaz de regenerar el tejido cardíaco después de un infarto.
Hay dos tipos de extrasístoles, que se distinguen por la zona del corazón donde se originan: pueden ser supraventriculares o ventriculares. En ambos casos, quienes las padecen pueden notar palpitaciones o sensación de que falta un latido. Este efecto está motivado por la pausa que aparece después de que se presente la extrasístole, que provoca que el siguiente latido sea más fuerte. Cabe destacar que las muertes por infarto en hospitales se duplicaron durante la pandemia de covid.
En general, se trata de una arritmia benigna y muy frecuente en pacientes sin enfermedad cardíaca. Sin embargo, en el caso de existir una cardiopatía subyacente, puede agravar el pronóstico y ser un marcador de riesgo de arritmias de mayor gravedad.
Los síntomas pueden ser diversos. La mayoría de los pacientes refieren sensación de "vuelco" o golpe en el pecho aunque a veces lo que notan es la sensación de "vacío" o de ausencia de latido ocasionada por la pausa. Algunos incluso lo describen como un pequeño mareo. Las extrasístoles son aisladas pero otras se agrupan, siendo muy frecuentes durante horas o días y los pacientes se sienten angustiados, con palpitaciones irregulares e incluso con sensación de falta de aire.
Su aparición y comportamiento es caprichoso, surgiendo o empeorando en determinadas épocas para luego desaparecer o aminorar. Sin embargo, con mucha frecuencia, las extrasístoles son un hallazgo casual en cualquier revisión rutinaria, siendo completamente asintomáticas, puntualiza la Unidad Arritmias Sevilla.
A través de un electrocardiograma pueden identificarse con facilidad ciertos tipos de arritmias. No obstante, el diagnóstico de las extrasístoles, con frecuencia, no se aprecia en un registro que dure tan sólo unos segundos.
Puede aumentarse la probabilidad de detectarlas haciendo un registro del electrocardiograma más largo o con la ayuda de un 'holter' (de 24 a 48 horas), que además nos dirá detallará su frecuencia y su distribución a lo largo del día.
Las extrasístoles en general no precisan ningún tratamiento y se debe explicar al paciente su carácter benigno, detallan desde Redacción Médica. Si fueran muy molestas, hay que reducir el estrés y evitar el consumo de cafeína, de alcohol y de medicamentos sin receta médica para el resfriado o para la alergia que contengan fármacos que estimulan el corazón.
Los doctores pueden recetar betabloqueantes, aunque estos se suelen administrar a pacientes muy sintomáticos o que hayan padecido un infarto de miocardio o una insuficiencia cardíaca. También existen medicamentos antiarrítmicos pero su uso puede verse limitado si existe una cardiopatía.
Finalmente, y con un uso cada vez más frecuente, según manifiesta la Fundación Española del Corazón, se puede realizar tratamiento invasivo mediante ablación. Es decir, un cateterismo específico para tratar arritmias que consiste en destruir los focos arrítmicos mediante aplicaciones de radiofrecuencia.