La sensación de estar acelerado o de que el corazón late más rápido de la cuenta puede ser indicativa de palpitaciones cardíacas. No tienen por qué sentirse necesariamente en el pecho, puede que lo hagas en el cuello o la garganta, por ejemplo. ¿Qué significa y cuándo debemos acudir al médico?
Las palpitaciones cardíacas pueden generar preocupación sobre todo si solemos sufrir ansiedad, pero no siempre son una señal de alarma. Algunas veces, simplemente, el ritmo cardiaco se acelera como respuesta a una situación de estrés, debido a cambios hormonales asociados con la menstruación, o quizás tras haber entrenado fuerte. Pero, ¿hay una manera de distinguir cuándo sí y cuándo no preocuparse?
Las personas que han sufrido estas palpitaciones describen el episodio como una sensación de aleteo o aceleración, que es más o menos lo que ocurre: el ritmo cardíaco se acelera, y por eso notamos latidos más rápidos de lo habitual.
Normalmente, el corazón late entre 60 y 100 veces por minuto. En las personas que entrenan habitualmente, la frecuencia puede caer por debajo de los 60 latidos por minuto.
Hablamos de 'taquicardia' cuando la frecuencia cardiaca es rápida (más de 100 latidos por minuto), y, por el contrario, una frecuencia cardiaca de menos de 60 se denomina 'bradicardia'. El ritmo cardíaco anormal es lo que conocemos como arritmia, que pueden ser más serias: el corazón puede latir demasiado rápido, demasiado lento o con un ritmo irregular.
Hay muchas causas posibles para estas palpitaciones cardíacas.
Las palpitaciones del corazón se deben tomar como una señal de alarma si la persona que las padece previamente ha padecido una cardiopatía, o cuando las palpitaciones van acompañadas de otros síntomas, como dificultad para respirar, mareos o pérdida de conocimiento, o de dolor en el pecho.
En estos casos, lo recomendable es que lo valore el médico de atención primaria, quien hará una historia clínica del paciente, lo explorará y buscará, con la ayuda de un electrocardiograma, si hay antecedentes de cardiopatías o signos de otras enfermedades que pueden provocar palpitaciones.
El cardiólogo verá así si las palpitaciones representan vuelcos del corazón o son mantenidas; si empiezan de forma progresiva, o bien lo hacen bruscamente; si son irregulares los latidos; o si hay síntomas asociados.