El puente de mayo 2023 es una excelente oportunidad para tener un descanso más prolongado de lo normal, pues ofrece un día más (dos en el caso de la Comunidad de Madrid) para tener unas mini vacaciones que pueden suponer un soplo de aire fresco para nuestra salud.
Y es que, como cualquiera puede comprobar cuando dispone de unos días de asueto, las vacaciones nos ayudan tanto a nivel físico como psíquico.
Las vacaciones, un derecho fundamental del trabajador
En la actualidad, todos los trabajadores por cuenta ajena tienen derecho a un mínimo de 30 días naturales de vacaciones al año (22 días laborables), aunque no siempre fue así. Hasta el siglo XIX solo las clases adineradas tenían la capacidad de tomarse unas vacaciones, y no fue hasta la Segunda República cuando se establecieron las primeras vacaciones remuneradas (siete días).
Por lo tanto, estamos hablando de una evolución que ha desembocado en un mayor bienestar para las personas. Porque sí, los días de vacaciones aportan numerosos beneficios para nuestro cuerpo y nuestra mente.
Beneficios para la salud de las vacaciones
Son muchos los estudios que se han llevado a cabo para comprobar cómo afectan las vacaciones a nuestra salud. A continuación apuntamos algunas de las conclusiones más relevantes:
Las vacaciones son buenas para el corazón. Así lo asegura la Sociedad Europea de Cardiología tras publicar un estudio realizado por la Universidad de Helsinki en el que se constató que las personas con menos de tres semanas de descanso al año tenían más posibilidades de sufrir un problema cardiológico que las que disfrutaban de más días de vacaciones.
Sobre este hecho también se pronunció la Universidad de Uppsala (Suecia) que atribuyó al estrés laboral mayores opciones de padecer cardiopatías, dolores en músculos y huesos, e insomnio, así como de perder eficacia en el sistema inmune. Además, señaló que los infartos disminuyen en época de vacaciones, ya que estas reducen el estrés y mejoran la calidad del sueño (y por tanto, el descanso).
Ese estrés no solo puede afectar a la persona que lo sufre, sino también a sus descendientes. Según Elizabeth Blackburn, bioquímica australiana y ganadora del premio Nobel de Medicina de 2009, el estrés puede dañar nuestro sistema genético y que esto afecte a nuestros hijos, con lo que el ser humano debe descansar.
A nivel psicológico los beneficios también son numerosos y cualquiera que haya disfrutado de unas vacaciones habrá podido comprobarlo.
Pasar más tiempo con los seres queridos (familia, amigos…) disminuye las preocupaciones y el estrés.
Ese descenso del estrés provoca una mayor relajación y, por tanto, un mejor descanso.
Los niveles de serotonina y dopamina aumentan y eso minimiza los síntomas de depresión que puedan existir.
El mayor descanso no solo incrementa nuestra creatividad y nos ayudará a ser más productivos cuando volvamos a trabajar, sino que además nos ayuda a relativizar problemas del día a día que no merecen la relevancia que les otorgamos.
Por lo tanto, disfrutar de vacaciones es necesario para que nuestra salud no se resienta. Eso sí, para que esto ocurra, los hábitos que tengamos durante esos días deberán ayudar a que cuerpo y mente descansen.