Este lunes conocimos la emocionante historia de una bebé de tres meses salvada por el trabajo voluntario de un grupo de sanitarios de Madrid. La pequeña fue conectada a la máquina ECMO que le salvó de morir debido a una infección en los pulmones y el corazón, tras un traslado hospitalario en que el que intervinieron medio centenar de personas. Hoy se recupera, fuera de peligro, en la UCI del Hospital 12 de Octubre.
La niña lleva una semana desconectada de la ECMO, 20 días después de una complicada operación. Ya no hay riesgo vital para ella. Ya no necesita esa máquina que oxigenaba externamente su sangre.
Junto a su cama en la UCI del hospital madrileño, su pediatra, la doctora Sylvia Belda, ha explicado que solo se recurre a la máquina ECMO cuando el tratamiento habitual ha llegado al máximo y hay un riesgo de muerte. “En estos casos cualquier pequeño movimiento supone una amenaza para su vida”, dice la doctora.
Por eso para trasladarla del 12 de Octubre al Hospital Clínico, donde la intervinieron, fue necesaria la participación de medio centenar de personas. No solo sanitarios, también policías que escoltaron la ambulancia y cortaron las calles de Madrid en plena hora punta.
Sylvia Belda explica que ese traslado es muy complicado y arriesgado para el paciente. Por eso reclaman que se institucionalice “un protocolo como el que existe para los trasplantes. A veces, vamos incluso a otras comunidades autónomas”.
Estos médicos llevan 11 años trabajando en un programa integrado por voluntarios. “Es muy difícil que podamos atender a todos los niños porque nos llaman y tenemos que dejar lo que estamos haciendo y alguien tiene que cubrirnos”.
Al año 25 niños necesitan estar conectados en algún momento a una máquina ECMO en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.