El café es una de las bebidas más consumidas en España y forma parte de nuestro día a día de tal modo que a muchas personas incluso les costaría pasar la jornada sin tomarse una taza. No obstante, debemos recordar que se trata de una bebida que contiene cafeína, lo cual puede afectar a la calidad y la cantidad del sueño. Por lo tanto, hay que vigilar cuándo se debe tomar el último café del día si queremos que el descanso sea satisfactorio.
De acuerdo con el “Informe Café & Té: Hábitos de Consumo de Café en España”, que ha realizado la empresa Café & Té, el consumo promedio es de 3,6 tazas al día entre semana, cifra que disminuye a 2,7 durante los fines de semana. Además, el 63% de los españoles mayores de 15 años consume al menos una taza al día.
Estas cifras hablan por sí solas de la importancia que el consumo de café tiene para los españoles, ya sea como estimulante para activarse durante la jornada o como simple elemento socializador. Pero ¿a partir de qué hora no es conveniente seguir ingiriendo café?
Se ha demostrado que el consumo de café proporciona beneficios a nuestro organismo. No solo aumenta la actividad cerebral bloqueando la adenosina, sino que además ayuda a quemar grasas y disminuye el riesgo de padecer tanto diabetes como enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el parkinson.
Sin embargo, el exceso de cafeína o el consumo a deshoras también puede provocar reacciones negativas en el organismo. En este sentido, todos sabemos que el café nos “ayuda a estar más despiertos”. Por lo tanto, si lo ingerimos demasiado tarde, podría afectarnos a la hora de dormir, provocando dificultades para conciliar el sueño.
Como su nombre indica, el café contiene cafeína, un psicoestimulante capaz de anular los efectos de la adenosina, sustancia que se crea en nuestro organismo a lo largo del día y que provoca la necesidad de dormir y descansar.
Por lo tanto, el café no le deja hacer su trabajo, lo que se traduce en que el cuerpo se mantiene alerta durante más tiempo e ignora la necesidad de dormir. Sin embargo, son mensajes contradictorios, puesto que esa necesidad de descanso sigue latente. El resultado final será una peor calidad del sueño.
Eso sí, el efecto de la cafeína se va diluyendo con el paso del tiempo, de modo que un café que tomamos por la mañana no nos afecta para conciliar el sueño nocturno. Por lo tanto, la pregunta pertinente es ¿a qué hora debemos tomar el último café del día?
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “la cafeína alcanza su nivel máximo en la sangre una hora después de consumirla. Usted puede seguir sintiendo los efectos de la cafeína por cuatro a seis horas”. Por lo tanto, si tomamos el último café a partir de las 18:00 horas, es muy probable que afecte a nuestra capacidad para conciliar el sueño.
No obstante, tampoco debemos obviar el hecho de que a pesar de que el efecto de la cafeína se termina diluyendo pasadas unas horas, el consumo máximo no debería exceder los 400 miligramos, lo que equivale aproximadamente a cuatro tazas de café.