Alerta por la llegada de la primavera y con ella las procesionarias. Son unas orugas con un alta toxicidad que pueden ser muy peligrosas para los niños y especialmente para las mascotas que tengamos en casa. Con las altas temperaturas, las orugas ya procesionan desde los bolsones hacia la tierra.
Tras el contacto, pueden provocar urticaria, conjuntivitis, asma o anafilaxia en los casos más graves. Si los síntomas son leves, podemos intervenir inmediatamente desde casa con papel de celo o usando cremas corticoides o antiestamínicos. Los expertos recomiendan no dejar sentarse a los niños en la arena en las zonas con pinares y tampoco que las miren ni las toquen.
Las mascotas también deben ir atadas en corto y tener cuidado con sus hocicos. La Guardia Civil ha alertado a través de las redes sociales sobre la plaga de orugas procesionarias del pino.
Cada oruga procesionaria tiene 500 'flechas' con veneno. En personas, como advierte la Benemérita, provocan una reacción y la aparición de síntomas como:
Los niños son los más vulnerables a estas orugas. Los expertos recomiendan limpiar los árboles de los colegios para evitar riesgos. En los parques, en años anteriores, se han quemado numerosos nidos, para evitar la propagación de la plaga (no solo para terminar con los insectos, sino para quemar sus pelos, que siguen siendo peligrosos una vez muertas). En los campos donde aparecen se están colocando carteles de advertencia. No hay que tocarlas bajo ningún concepto.
En cuanto a los síntomas que se pueden observar en los animales son:
El control debe hacerse durante todo el año para que está procesión no acabe en una inesperada penitencia. No se trata de aniquilar las orugas pero sí de evitar una plaga.