Apnea del sueño: ¿cuáles son los peligros y riesgos de no tratar esta enfermedad?

La apnea del sueño es un trastorno que no siempre es sencillo de detectar. Se puede deber a múltiples factores y, generalmente, es necesaria otra persona para observar si se dan algunos síntomas mientras el afectado duerme. Esto será clave puesto que, de no tratar esta enfermedad, estará expuesto a peligros y riesgos que pueden afectar gravemente a su salud. 

¿En qué consiste la apnea del sueño?

Tal y como el Ministerio de Sanidad explica, “el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) se produce por la oclusión intermitente y repetitiva de la vía aérea superior durante el sueño, lo que origina una interrupción completa (apnea) o parcial (hipopnea) del flujo aéreo”. 

Es decir, las personas que lo padecen experimentan una detención repentina de la respiración mientras están durmiendo. Esto les afecta con una peor calidad del sueño y la aparición de síntomas a partir de los cuales deberán sospechar. Según Mayo Clinic, los más destacados son los siguientes: “ronquidos fuertes, episodios en los que se deja de respirar al dormir, jadeos cuando se respira durante el sueño, despertarse con la boca seca, dolor de cabeza por la mañana, problemas para mantenerse dormido, sensación de sueño excesiva durante el día, dificultad para prestar atención e irritabilidad”.

Peligros de no tratar la apnea del sueño

Cuando se repiten estos síntomas, es hora de acudir a un especialista para comprobar si se está padeciendo este trastorno del sueño, ya que llevan unidos riesgos que no se deben pasar por alto. Desde ResMed, especialistas en el tratamiento de la apnea del sueño, señalan los principales peligros asociados

  • Presión arterial elevada. La tercera parte de las personas que tienen una presión arterial alta padecen apnea del sueño.
  • Enfermedad cardiovascular. Tres de cada cuatro personas que tienen insuficiencia cardiaca crónica sufren este trastorno del sueño.
  • Diabetes de Tipo 2. En el caso de esta patología, el porcentaje llega hasta la mitad de quienes la sufren. Y no es de extrañar, ya que la apnea afecta al uso de la insulina y de la glucosa.
  • Hipertensión. El 83% de las personas con hipertensión resistente a los medicamentos sufren apnea del sueño.
  • Obesidad y sobrepeso. Hasta un 77% de las personas obesas tienen este problema con el sueño. El hecho de que no descansen lo suficientemente bien les afecta para tener más actividad durante el día, lo que repercute en una vida más sedentaria que no les ayuda a bajar de peso.

¿Quiénes tienen más opciones de padecer apnea del sueño?

No todo el mundo está igual de expuesto a este trastorno, sino que existen unos factores que aumentan el riesgo de padecerlo. Según el National Heart, Lung and Blood Institute de Estados Unidos, esos factores son los siguientes: 

  • Edad: el envejecimiento puede acentuar los problemas para controlar la respiración al dormir.
  • Genética: la herencia genética también hay que tenerla presente en caso de familiares que hayan sufrido alguna afección respiratoria.
  • Hábitos negativos, como la ingesta de alcohol o la dependencia del tabaco.
  • Uso de opioides.

Otras afecciones médicas como una insuficiencia cardíaca, un accidente cerebrovascular, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o la miastenia grave.