Cómo saber si mi hijo tiene obesidad infantil: España tiene un 14'2%

  • España tiene una de las tasas más altas de Europa de obesidad infantil y juvenil

  • La OMS advierte que el sobrepeso afecta a 4 de cada 10 niños y a 3 de cada 10 adolescentes en España

  • Alejandro Torres, graduado en nutrición y dietética: "La obesidad infantil es una enfermedad cada vez más visible"

La prevalencia de obesidad infantil y juvenil en España es de un 14,2%, siendo esta una de las más altas de Europa, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La OMS advierte que el sobrepeso afecta a 4 de cada 10 niños y a 3 de cada 10 adolescentes en España. ¿Cómo puedo saber su mi hijo tiene obesidad?

La obesidad infantil lleva una tendencia preocupante en los últimos años en la sociedad española. Según la última Encuesta Europea de Salud en España del año 2020 del Instituto Nacional de Estadística, el 28 % de niños y jóvenes de entre 2 y 17 años padece obesidad o sobrepeso, estimando que hay más de 2 millones de niños en esa situación. Por otro lado, se aproxima que alrededor del 16,5% de hombres de 18 o más y un 15,5% de mujeres, que conforman la población adolescente, padecen obesidad.

Los números de casos siguen aumentando año tras año. Este año com motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra cada 4 de marzo, cabe alertar de la urgencia de tomar medidas para frenar este fenómeno y evitar una juventud con problemas graves.

Los análisis clínicos tienen cada vez más peso en la investigación, la prevención, el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, como, por ejemplo, la obesidad. Los especialistas del Centro Europeo de Másteres y Postgrados (CEMP) recomiendan a los pacientes que se realicen un análisis clínico al menos una vez al año.

Así puedo saber si mi hijo tiene obesidad

Además, la obesidad infantil se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer en la edad adulta. De ahí, la importancia de un buen diagnóstico a tiempo. Para hacerlo se debe tener en cuenta, según el CEMP:

  • El Índice de Masa Corporal (IMC): un IMC de 30 o más se considera obesidad. El IMC es una medida de la relación entre el peso y la estatura del niño que se debe revisar anualmente. En las revisiones pediátricas del niño sano del sistema nacional de salud es un valor a tener muy en cuenta.
  • Análisis de sangre: estos ayudar a detectar problemas como niveles elevados de colesterol, triglicéridos y glucosa en sangre, que pueden estar relacionados con la obesidad o el riesgo de enfermedades crónicas.
  • Análisis de orina: útiles para detectar problemas relacionados con la función renal y la salud metabólica.
  • Antecedentes médicos: el historial de peso, los hábitos de actividad física y ejercicio, los patrones de alimentación, los niveles de estrés y el historial familiar son indicadores que pueden aportar información de interés
  • Un examen físico general: esto incluye la estatura, los signos vitales como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la temperatura, escuchar el corazón y pulmones, y examinar el abdomen.

La obesidad infantil es una enfermedad cada vez más visible, pero cuya prevención no se trabaja cómo se debería, ya que a nivel gubernamental se prometen medidas preventivas que de momento no llegan de forma eficaz. Para ello, desde el ámbito educativo deberíamos inducir con educación nutricional que fomente el desarrollo de hábitos de vida saludable, además de mejorar la relación con los alimentos y la alimentación en general”, afirma Alejandro Torres, graduado en nutrición humana y dietética y parte del equipo docente del Máster en Nutrición, Pedagogía y Enfermería Escolar en CEMP.