Es la historia de la victoria de la fe y de la medicina. Oliver, el niño de dos años y medio con un tumor cerebral que viajó en octubre a Barcelona para ser tratado de un tumor cerebral en el Hospital Sant Joan de Déu (Esplugues de Llobregat) ha vuelto a ser intervenido con éxito este lunes. Los médicos le han extirpado lo que quedaba del tumor, pues la primera vez lograron extirparle más del 90%, pero no todo.
Tras una operación que ha durado cinco horas, el niño se encuentra bien, según fuentes del hospital. "Se le ha extirpado lo que quedaba del tumor y de aquí a unos días irá a prontoterapia, que es radioterapia con protones", certifican estas mismas fuentes.
La operación se produce casi cuatro meses después de la primera, que se resolvió en noviembre de forma exitosa tras 10 horas de complejo y laborioso trabajo. Entonces, los especialistas lograron extraer el 90% del tumor “del tamaño de una mandarina” que presentaba.
Tras la primera cirugía en octubre, el niño fue después intervenido para tratarle la hidrocefalia (acumulación de líquido en las cavidades del cerebro) que sufría. Desde entonces y hasta hoy, Oliver ha estado recibiendo quimioterapia y el tumor no ha crecido, según fuentes de Sant Joan de Déu. Oliver es uno de los mil casos de cáncer infantil que se diagnostican anualmente en España.
Ahora, tras todo este tiempo, en el que el pequeño no ha dejado de estar en seguimiento, rodeado también por nutricionistas y pediatras, ya está preparado para esta segunda intervención para culminar con la resección del tumor, un ependimoma.
En México, los médicos no tenían medios para ayudar más. A Oliver le dieron entre 15 días y un mes de vida, cuando a mitad de octubre le diagnosticaron el cáncer. Sus padres lo llevaron a urgencias tras notarlo bajo de ánimos y sin ganas de comer.
Cuando Oliver llegó a Barcelona con una hidrocefalia, se encontraba “en una situación próxima al colapso sistémico”, en palabras del jefe del servicio de Neurología del hospital barcelonés, José Hinojosa, que encabeza el equipo que hoy culminará definitivamente la operación.
“La particularidad de su caso se constata primero en el enorme volumen de este tumor, muy extenso, muy avanzado, pero también, y sobre todo, porque es un tumor muy agresivo que invade extensamente, –como el papá y la mamá conocen–, el tronco del encéfalo”, explicaba tras aquella primera intervención exitosa en la que culminaron la resección del 90% del ependimoma.
Tras la primera intervención, la quimioterapia que recibió Oliver funcionó: la porción de tumor restante no creció. Después de esta segunda, a lo que se someterá es a un tratamiento de protonterapia, algo que hasta hace poco no se realizaba en España, que financiaba tratamientos en países como Alemania o Suiza.
Más precisa y con menor toxicidad que la radioterapia, la protonterapia está especialmente indicada para casos como el de Oliver, en tumores de difícil acceso quirúrgico y cercanos a órganos tan sensibles a la radiación como el cerebro.
Con este avanzado tratamiento oncológico, tanto los médicos como los especialistas confían en que Oliver siga avanzando positivamente.