Oliver, el niño de dos años operado de un tumor cerebral en el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona, donde fue sometido a una compleja y larga intervención, evoluciona favorablemente, tal como muestran las primeras imágenes suyas en el hospital, donde juega junto a su padre. De hecho, según han afirmado los propios médicos en una rueda de prensa, podría recibir el alta “en los próximos cuatro o cinco días” dada su evolución.
En el vídeo, el niño, que había llegado desde México hasta España “en una situación próxima al colapso sistémico", con un tumor “muy agresivo” y “del tamaño de una mandarina”, juega junto a su padre, quien ha manifestado que cada día está recuperando más y se muestra mejor.
“Estamos a full de energía, supercontentos con todo lo que hemos logrado hasta ahora. Oliver está muy bien. No sabría deciros si mejor que como llegó, pero para mí está cada día mejor. Está recuperando cada día más. Cada día dice una palabra más, un gesto... hace una mirada. Ayer dio un par de pasitos, que para uno no es nada, pero para nosotros es... Llevaba sin caminar desde octubre. Son muchos miniprocesos para nosotros que estamos 24 horas con él. Es increíble", ha dicho, pasados los momentos más críticos.
El pequeño Oliver se sometió a una operación que duró 10 horas, –aunque de intervención quirúrgica fueron unas “seis o siete” y las otras fueron parte de un tedioso trabajo de “monitorización”–, en las cuales le extrajeron más del 90% del tumor cerebral, dejando un resto de 0,8 centímetros cúbicos.
Ahora, pasada la intervención, los médicos se plantean darle el alta: "Es un tema que empezamos a tratar ayer con la familia. No tiene fecha concreta, pero será inminente. Hablamos de 4 o 5 días aproximadamente", han dicho los médicos.
Lo siguiente, será determinar su tratamiento oncológico. Oliver entrará en un ensayo clínico con el que se tratará su cáncer infantil. En concreto, recibirá un tratamiento con quimioterapia en Madrid dirigido a su Ependimoma, el tipo de tumor que se le había formado en su cerebro. Una vez terminado este y si la evolución del pequeño es la idónea, recibirá varios ciclos de radioterapia.
En España debutan cada año unos 1.200 niños con cáncer, explican los sanitarios que le han atendido: "Es una cifra que no es muy elevada, pero sí que es significativa. Alrededor de unos 400 son atendidos en nuestro hospital (el Sant Joan de Deu de Barcelona) cada año y, de estos 400 debuts, alrededor de 100 son tumores cerebrales muy parecidos, similares al que ha tenido Oliver”.
“La particularidad de su caso se constata primero en el enorme volumen de este tumor, muy extenso, muy avanzado, pero también, y sobre todo, porque es un tumor muy agresivo que invade extensamente, –como el papá y la mamá conocen desde estos días–, el tronco del encéfalo. Además es un niño que viene en una situación de extrema fragilidad. No solo neurológica. Es un niño que llega a nuestro hospital en una situación de afectación neurológica muy importante, con afectación de la movilidad y del funcionamiento de los nervios craneales y del tronco del encéfalo, pero también sistémica. Es un niño que llega en una situación próxima al colapso sistémico”, ha explicado el jefe del servicio de neurología del hospital barcelonés, José Hinojosa.
Desgranando todo el proceso seguido para su intervención, ha señalado que la primera fase del tratamiento de Oliver consistió de hecho en estabilizarlo para poder soportar la cirugía: "Tratar la hidrocefalia, una operación que estaba bien hecha en México pero que no había sido eficaz". "Empezamos poniéndole una válvula para tratar la hidrocefalia y durante unos días mejorar su situación general y sistémica de cara a poder llevarle a un quirófano con una cirugía compleja técnicamente para él”, ha indicado.
Referiéndose expresamente a esa operación, ha señalado que, si bien "impresiona lo de las 10 horas", realmente, de todas ellas, "hay una gran parte de monitorización por parte de anestesia, por parte de neurofisiología, por parte de los cuidados de todos los especialistas que forman parte del acto quirúrgico". "Es verdad que dura 10 horas, de las cuales el tiempo quirúrgico podemos decir que fueron unas 6 o 7”, ha precisado.
En concreto, los médicos han medido "una resección del 98,84%". "Es un tumor del tamaño de una mandarina que, aproximadamente, ahora tiene un resto de 0,8 centímetros cúbicos", ha especificado antes de subrayar que ahora, "lo importante es que Oliver, además de tener una resección del tumor, tiene una mejoría de la función neurológica muy importante. Es un niño que llega muy afectado y que, merced de la extirpación del tumor, y preservando todas esas funciones del tumor que invadía el tronco, conseguimos ir recuperando. Actualmente su situación neurológica es muy buena”.
“A partir de ahora, Oliver está en una condición muy buena para seguir su rehabilitación y su recuperación. Esperamos que muy pronto esté en condiciones de marchar a casa, y empezará el proceso oncológico de la continuación del tratamiento de un tumor agresivo que no termina con la extirpación quirúrgica, aunque sea muy satisfactoria, sino que queda en manos de otros especialistas que van a cuidar de él y de su familia”, ha señalado Hinojosa.