Una experiencia piloto de una empresa sevillana está consiguiendo que jóvenes con cardiopatías tengan una rápida y mejor recuperación gracias a los videojuegos. A través de estos, se busca que los pequeños pacientes realicen las actividades físicas pertinentes para su salud desde casa y monitorizados por el equipo sanitario.
Pepelu es uno de estos jóvenes. Nació con escaso un kilogramo de peso y con tan solo nueve meses de edad tuvo que ser operado de la cardiopatía que padecía. Ahora a sus 13 años, gracias a este proyecto de una empresa sevillana, que desarrolla un juego de realidad virtual para que niños con cardiopatías puedan realizar ejercicios desde su casa, está aumentando de forma considerable su resistencia física. Hasta entonces apenas crecía ni engordaba respecto a otros niños de su edad. Dice su madre, Noelia, que llegaron incluso a temer seriamente por su vida. Durante su infancia se cansaba mucho al hacer ejercicio. Su sueño es ser futbolista y tiene la esperanza de que, con esta terapia, pueda evolucionar en su resistencia física hasta poder conseguirlo.
Su progreso está monitorizado constantemente por cardiólogos del Hospital Infantil del Virgen del Rocío de Sevilla. "Mide las pulsaciones que tiene, si se va muy fuerte la máquina se apaga", afirma Noelia, la madre de Pepelu.
Este proyecto piloto tiene una duración de 12 semanas y está mejorando la calidad de vida de adolescentes con problemas cardiacos. "Mejora su calidad de vida, que se sienta seguro y pueda hacer una actividad de vida normal", asegura Inmaculada Guillén, cardióloga del Hospital Virgen del Rocío. Pepelu según va avanzando progresivamente se enfrenta a nuevas pantallas más complicadas con el fin de que poco a poco consiga recuperar la normalidad.
"Para ellos es algo totalmente lúdico, lo que mejora mucho su adherencia al tratamiento", concluye Ana Molina, CEO de Oblumi, la empresa encargada de poner en marcha este tratamiento para los enfermos con cardiopatías. Marina, otra de las pacientes, es una gaditana de 14 años que también nació con una cardiopatía grave. Al igual que Pepelu, Marina se cansa cada vez menos en sus clases de equitación, su gran pasión, desde que entrena en casa con esta nueva tecnología 3D desde hace unas semanas. Dice que le está ayudando a controlar mejor sus pulsaciones.