Se llama Todacitán, el medicamento que quita los deseos de fumar en 25 días. La Seguridad Social empezó a financiarlo hace un mes y la demanda se ha disparado. Su efectividad está probada y más del 60% de los que han tomado las pastillas han conseguido decir adiós al tabaco.
El Todacitán se toma durante 25 días para dejar de fumar. El fármaco, de origen natural, bloquea los receptores de la nicotina minimizando así el síndrome de abstinencia. Más del 60 % de los pacientes, que empezaron a tomarlo, cuando todavía se pagaba íntegramente, han conseguido dejar el hábito de fumar.
Raquel ha tomado el Todacitán y desde hace 6 meses no se lleva un cigarrillo a la boca. No ha sufrido "la abstinencia, la hemos superado, hemos superado la fase de mayor riesgo de recaida.
Tendrá que esperar un año sin encender un cigarro para recibir el alta y ser declarada oficialmente exfumadora. Su experiencia no puede ser mejor: "sientes que tú mandas sobre ti, no el cigarro"
Ella ya estuvo 3 años sin fumar pero volvió a recaer en el tabaquismo. "Es que es muy fuerte la adiccion al tabaco" y es muy fácil recurrir al paquete. Ni siquiera pudo dejarlo ni cuando le diagnosticaron un cáncer.. " Volvía de la quimio y me tenía que fumar un cigarro".
Ahora entra el juego el Todacitán, el fármaco que financia la Seguridad Social, con este medicamento no ha sufrido el temido síndrome de abstinencia. "No noté nada", asegura.
Las pastillas se toman durante 25 días, se empieza con hasta 6 comprimidos diarios pero según avanza el tratamiento se reduce la dosis hasta terminar con uno o dos comprimidos. A partir del quinto día ya no se puede encender un cigarro.
Siente que ahora sí " lo he dejado, he pasado lo peor". La clave está en volver a revivir cada experiencia pero ahora sin tabaco...
Con el todacitán la mayoría de los pacientes lo han logrado. Según los médios se consigue una efectividad "por encima del 60% y los beneficios para la salud se empiezan a notar muy pronto."
Sentirse bien anima a mantenerse en el no al tabaco. Ahora con la distancia y la claridad de una vida sin humo, admite que "lo tenía que haber hecho antes". Esta vez Raquel está convencida de que es la definitiva.