La alopecia es una vieja conocida para muchos hombres y uno de sus mayores temores estéticos al hacerse mayores: consiste en la pérdida del cabello, que puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en la que existe pelo, como las pestañas, axilas, región genital y barba. Su forma más frecuente es la alopecia androgénica, también llamada calvicie común, que se da en un 95 por ciento de los casos. Ahora, existen estudios que asocian la calvicie con las bebidas azucaradas, por lo que tu alimentación puede tener mucho que ver.
Tal y como explica Clínica Universidad de Navarra (CUN), la alopecia se puede clasificar en dos grupos: las alopecias cicatriciales, con destrucción del folículo piloso (y, por lo tanto, irreversibles; y las formas no cicatriciales, que son potencialmente reversibles. La forma más frecuente es la alopecia androgénica, que afecta principalmente a los varones y, menos frecuentemente, a las mujeres.
Los estudios demuestran que el rol que juega la genética en la calvicie en su modalidad más común es muy importante, pero también hay que poner en valor el papel que juega nuestro estilo de vida. Lo que consumimos no es inocuo y afecta a nuestro organismo, incluyendo nuestro cabello. Entre otras cosas, beber muchos refrescos puede incrementar el riesgo de sufrir alopecia.
Así, según una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad Tsinghua de Pekín (China), el consumo elevado de refrescos edulcorados se relaciona con "un riesgo aumentado de padecer alopecia androgénica." Teniendo en cuenta que los españoles consumimos una media de 39,19 litros por persona al año, según las cifras que maneja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se trata de un factor que debemos tener muy en cuenta si queremos evitar este problema.
En concreto, el estudio de la Universidad Tsinghua recoge los resultados obtenidos analizando a un conjunto de 1028 estudiantes universitarios con una edad media de 27.8 años, procedentes de 31 provincias chinas, que contestaron a preguntas con información sociodemográfica sobre el estado de su pelo, su dieta, su estado psicológico y su estilo de vida. Algunas de estas preguntas mencionaban el consumo de zumos azucarados, te y café endulzado, refrescos y bebidas energéticas.
En un 57,6 por ciento de los casos se reportó padecer alopecia androgénica, relacionándose, en función del resto de respuestas, con tener más edad, ser fumador o exfumador, menor nivel educativo, menos actividad física, tener ansiedad, una historia familiar de alopecia androgénica y haber sometido a su cabello a tintes, permanentes o decoloraciones.
Además de estos factores, las personas encuestadas con calvicie "consumían más comida frita, más azúcar o miel, más dulces y helados y menos vegetales que quienes no padecían la condición". Lo mismo se aplica al consumo de bebidas azucaradas: el grupo con alopecia consumía de media 4,3 litros semanales, frente a los 2,5 litros semanales del resto. Según el estudio, está demostrado que el "aumento de la glucosa en sangre relacionada con este patrón de consumo se asocia a una reducción de los niveles de glucosa en las partes externas del cabello, lo que podría conducir a la alopecia androgénica."