Este sábado, 4 de febrero, se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, con el objetivo de sensibilizar a toda la población y avanzar en su prevención y control. Cada año se diagnostican en España más de 200.000 nuevos casos, que en algunos casos consiguen tratarse hasta que las células cancerosas desaparecen por completo. Pero, ¿es el cáncer es una enfermedad curable a día de hoy?
El cáncer es una de las principales causas de mortalidad del mundo. Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), los más diagnosticados en nuestro país son el cáncer de colon y recto, el de pulmón, y en el caso de las mujeres también el de mama, mientras que en los hombres uno de los más habituales es el de próstata.
El cáncer hace que las células crezcan y se multipliquen sin control en ciertas partes del cuerpo, pudiendo extenderse de unas zonas a otras. Puede afectar a los tejidos y órganos circundantes de las áreas afectadas.
A día de hoy no existe una cura para el cáncer, pero la detección y el tratamiento en una etapa temprana pueden mejorar significativamente las posibilidades de los pacientes de curarse. Lo que esto quiere decir es que, aunque se puede erradicar por completo la patología en algunos enfermos, no hay una cura como tal específica para el cáncer.
Cuando decimos que un cáncer se ha curado, significa que el tratamiento aplicado ha funcionado y no se espera que la enfermedad regrese, aunque nunca puede confirmarse al 100 % que no vaya a hacerlo, por lo que se realizan controles periódicos.
Pero hay un término que los médicos utilizan también en los casos en que el tratamiento funciona: remisión. Cuando se habla de remisión parcial o completa quiere decir que la persona está respondiendo bien al tratamiento y la enfermedad está controlada, pero este periodo puede durar desde semanas hasta años.
Los especialistas usan una estadística llamada tasa de supervivencia a 5 años para comprender las perspectivas según el tipo de cáncer de cada paciente. Esta cifra representa el porcentaje de pacientes que sobreviven 5 años después de recibir el diagnóstico. No mide cuántas personas se han curado en esos 5 años, pero sí la gravedad de cada tipo en función de la mortalidad.
Según los datos de SEOM, entre 2008 y 2013, la supervivencia entre los pacientes menores de 75 años fue 4,5 puntos más alta que en el periodo comprendido entre 2002 y 2007. En general, la mortalidad por cáncer en España ha experimentado un fuerte descenso con el paso del tiempo, pero esto no es igual para todos los tumores.
La supervivencia neta a cinco años del diagnóstico entre los pacientes en el periodo 2008-2013 en España fue de 55,3% en los hombres y de 61,7% en las mujeres.
En los hombres, la supervivencia neta estandarizada por edad fue del 90% en los cánceres de próstata y de testículo y de 86% en el de tiroides, mientras que fue del 7% en el cáncer de páncreas, del 12% en el de pulmón, del 13% en el de esófago y del 18% en el de hígado.
En las mujeres, el cáncer de tiroides tuvo una supervivencia neta de 93%, el melanoma cutáneo del 89%, y el cáncer de mama del 86%; mientras que en el cáncer de páncreas fue del 10%, en los de hígado y esófago del 16% y en el de pulmón del 18%.
La supervivencia de los pacientes con cáncer de España es similar a la de los países de nuestro entorno. Se estima que se ha duplicado en los últimos 40 años y es probable que, aunque lentamente, continúe aumentando en los próximos años.