La Organización Mundial de la Salud mantiene el nivel máximo de alerta por el covid 19, aunque reconoce que se encuentra en un punto de inflexión.
Cuando se cumplen tres años de la declaración de emergencia que marcó el inicio de la pandemia y paralizó al mundo entero, el Consejo Ejecutivo de la OMS se reúne esta semana para abordar un nuevo presupuesto y la respuesta a futuras pandemias.
Según la OMS, aún queda población sin vacunar en muchos países y hoy China sigue siendo uno de los focos del virus que ha matado a más de 7 millones de personas en todo el mundo.
Sobre la COVID-19, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha resaltado que "no hay duda de que estamos en una situación mucho mejor ahora que hace un año, cuando la ola de ómicron estaba en su apogeo". "Pero desde principios de diciembre, las muertes semanales notificadas han ido en aumento. En las últimas ocho semanas, más de 170.000 personas han perdido la vida a causa de COVID-19. Y eso son sólo las muertes notificadas; sabemos que la cifra real es mucho mayor", ha advertido.
Por ello, ha pedido "hacer más para abordar las vulnerabilidades de las poblaciones y los sistemas sanitarios", a pesar de que "no podemos controlar el virus". Tedros ha reclamado "vacunar al 100 por cien de los grupos de mayor riesgo; aumentar el acceso a las pruebas y el uso temprano de antivirales; adoptar medidas específicas para cada contexto cuando se produzca un aumento de los casos; mantener y ampliar las redes de laboratorios; y luchar contra la desinformación".
Pese a todo, Tedros asegura que mantiene la "esperanza" de que "el año que viene el mundo pase a una nueva fase en la que reduzcamos las hospitalizaciones y las muertes al nivel más bajo posible, y los sistemas de salud sean capaces de gestionar la COVID-19 de forma integrada y sostenible".