Blue Monday, ¿por qué no es el día más triste del año?

Hoy es, al menos en teoría, el día más triste al que tendrás que enfrentarte este año. Si quieres verle el lado positivo, ten en cuenta que, una vez termine, nada podrá ser peor durante los restantes días de este 2023 que acaba de comenzar. Sin embargo, la existencia de un concepto tan absoluto y generalizado deja muchas dudas en el aire y, en realidad, todos sabemos que el Blue Monday no existe y que, desafortunadamente, un mal día puede sorprendernos en cualquier momento. ¿Cuál es el origen del Blue Monday y qué podemos hacer para luchar contra los factores que afectan a nuestro ánimo?

Blue Monday, ¿por qué no es el día más triste del año?

En realidad, el Blue Monday puede ser el día más triste del año... o todo lo contrario. También puede ser un día absolutamente ordinario. Ello dependerá de múltiples factores: de lo que ocurra durante la jornada, de nuestro estado de ánimo general y, por encima de todo, de las herramientas de gestión emocional con las que contemos. Lo que sí es cierto es que, durante esta jornada específica, parece más probable que nos encontremos decaídos, precisamente porque confluyen (al menos potencialmente) distintos factores que no ayudan a que nos encontremos alegres.

El Blue Monday se coloca en el tercer lunes del mes de enero de cada año (por ejemplo, este 16 de enero de 2023 en el que te encuentras). Lo acuñó Cliff Arnal, un psicólogo especializado en motivación que impartía clases en el Centro De Aprendizaje de Lifelong (adscrito a la Universidad de Cardiff), aunque hay que decir que la propia Universidad se distanció de él tras la movilización de esta teoría.

El término fue publicado en un comunicado de prensa movilizado por Cliff Arnall a través de una agencia de comunicación. Según asegura Ben Goldacre, columnista de The Guardian, la agencia que movilizó el comunicado había ofrecido dinero a distintos académicos a cambio de firmar el estudio que, en realidad, se considera pseudocientífico. De hecho, el propio Arnal aseguró posteriormente que su teoría no tenía base científica.

El término fue publicado por primera vez en 2005 como parte de una campaña publicitaria de Sky Travel, realizada por la misma empresa de comunicación, aprovechando este 'gancho' para paliar los efecto de la disminución de reservas experimentados en 2004. Tras ello, ha sido replicado de manera generalizada por distintas campañas hasta popularizarse.

Según su fórmula matemática, que tiene en cuenta múltiples factores generales, en esta jornada se concentran las peores condiciones posibles en áreas como el clima, las deudas, el intento de abandonar malos hábitos... Estos son los elementos que contiene la ecuación:

  • Tt: Tiempo de viaje.
  • D: Retrasos.
  • C:Tiempo consumido en actividades culturales.
  • R: Tiempo consumido en relajación.
  • ZZ: Tiempo consumido durmiendo.
  • St: Tiempo gastado en un periodo de estrés.
  • P: Tiempo demorado en preparar un equipaje.
  • Pr: Tiempo consumido en la preparación general.

Posteriormente se publicó una ecuación diferente que contenía otros elementos:

  • W: Tiempo atmosférico.
  • D: Deuda.
  • d: Sueldo mensual.
  • T: Tiempo transcurrido desde Navidad.
  • Q: Tiempo donde se desiste de los propósitos de año nuevo.
  • M: Bajos niveles de motivación.
  • Na: Sensación de necesidad de hacer algo.

Más allá de esta teoría, ampliamente rechazada, lo cierto es que para muchas personas enero no es un mes demasiado amable, pero existen cosas que podemos hacer para que este mal trago pase lo mejor posible. Por ejemplo, esmerarnos en el autociudado y realizar actividades agradables, hacer ejercicio, cuidar nuestra alimentación, regalarnos un buen descanso, hacer planes al aire libre...

Las relaciones humanas también tienen mucho que ver: es posible que parte del 'bajón' se deba al fin de la temporada navideña y, si es así, conviene recordar que lo más valioso de esas fechas suele ser la posibilidad de compartir tiempo de calidad con nuestros seres queridos: si trasladamos esta lógica a nuestro día a día, conseguiremos esquivar la tristeza.