Aunque parece que el Coronavirus ya se ha marchado de nuestras vidas, cada vez con menos restricciones, este sigue estando presente en nuestra vida. Aún siguen quedando muchas incógnitas a día de hoy, cada vez las investigaciones van avanzando más, destapando los secretos de esta pandemia que ha cambiado drásticamente nuestras vidas. Una de las características de los contagios por el virus SAR-CoV-2 es la variedad de efectos que puede provocar en quienes lo soportan: desde la ausencia total de síntomas durante todo el proceso hasta el extremo opuesto. Ahora, los médicos españoles ya pueden utilizar una prueba autorizada en Europa que se considera útil para detectar el covid persistente y que se realiza mediante un análisis de sangre.
Denominada IncellKINE Long Covid in Vitro Diagnostic, consiste en un estudio por citometría de flujo, tecnología biofísica basada en la utilización de luz láser, empleada en el recuento y clasificación de células de una combinación específica de marcadores inflamatorios (cito y quimioquinas), según explica en una nota de prensa el laboratorio Synlab. El análisis inmunológico detecta firmas inmunitarias específicas del covid persistente, con una precisión en la identificación de esta firma inmunitaria superior al 90 %, según los estudios de validación.
Los resultados, posteriormente, son tratados mediante herramientas de inteligencia artificial que permitirían identificar aquellos pacientes que sufren covid prolongado, una enfermedad que se estima que afecta en distintos grados a entre el 10 y el 15 por ciento de los pacientes que han sufrido coronavirus. Synlab, asociada con IncellDx, traerá a España esta prueba que consideran "una novedosa herramienta" para que los médicos que atienden a estos pacientes mejoren la posibilidad de segmentar este tipo de pacientes y sea una ayuda mas eficaz que las existentes para su manejo clínico y terapeútico.
Según un estudio holandés, los principales síntomas asociados a la covid persistente fueron dolor torácico, dificultad para respirar, dolor al respirar, dolor muscular, pérdida del gusto y/u olfato, hormigueo en manos y pies, nudo en la garganta, sensación alterna de frío y calor, pesadez en las extremidades y cansancio general. La severidad de estos síntomas se estabilizó a los tres meses después de la infección, sin que disminuyera su intensidad.