Científicos de la Universidad de Cincinnati, en Estados Unidos, han descubierto que añadir arándanos a la dieta diaria de ciertas poblaciones de mediana edad puede disminuir las probabilidades de desarrollar demencia en las últimas décadas de la vida. Un estudio similar realizado hace unos meses en Reino Unido llevó a la misma conclusión sobre la memoria y la función cerebral, además de apuntar que dicha fruta también reducía el conocido como colesterol 'malo'.
El poder de los arándanos radica en su alto contenido de flavonoides, un compuesto natural antioxidante asociado a tasas más lentas de deterioro cognitivo. Estas sustancias neutralizan la acción de los radicales libres que son nocivos para el organismo y promueven efectos fisiológicos tanto antiinflamatorios como antibacterianos. Otro alimento francamente saludable es la harina de caqui.
Los investigadores norteamericanos reclutaron a 33 adultos de alrededor de los 50 años de la zona de Cincinnati que habían aumentado de peso en su mediana edad. Los participantes pesaban alrededor de 93 kilos y tenían una circunferencia de cintura de unos 107 centímetros.
Los índices de masa corporal (IMC) de los analizados eran superiores a 30, clasificándolos como obesos. Además, todos eran prediabéticos, es decir, que su cuerpo empieza a hacerse resistente a la insulina. Según señala Infobae, dicho paso es el preámbulo a padecer diabetes tipo 2, un factor de riesgo clave para la demencia.
Durante tres meses se pidió a los pacientes que se abstuvieran de consumir bayas de cualquier tipo, excepto un paquete diario de suplemento en polvo que debían mezclar con agua y consumir con el desayuno o la cena. La mitad de los participantes recibieron polvos que contenían el equivalente a media taza de arándanos enteros, mientras que la otra mitad recibió un placebo. A los participantes también se les realizaron pruebas que medían ciertas capacidades cognitivas.
Según el doctor Robert Krikorian, psicólogo que dirigió el estudio, los del grupo tratado con arándanos mostraron una mejora en las tareas cognitivas que dependen del control ejecutivo. "Esto se evidenció como una menor interferencia de información extraña durante el aprendizaje y la memoria", afirmó el experto.
Los pacientes del grupo de arándanos también presentaron niveles de insulina en ayunas más bajos, lo que significa que los participantes mejoraron su función metabólica y fueron capaces de quemar más fácilmente las grasas para obtener energía.
Krikorian también resaltó que el grupo de los arándanos mostró un grado leve adicional de mayor desacoplamiento mitocondrial, un proceso celular que se ha asociado con una mayor longevidad y una reducción del estrés oxidativo.
"El tamaño de la muestra es una limitación obvia del estudio, por lo que será importante reproducir estos hallazgos, especialmente por parte de otros investigadores. Mientras tanto, podría ser una buena idea consumir arándanos de forma regular", concluyó el doctor.