La ola de bronquiolitis que afecta bebés y niños pequeños de Europa mantiene en alerta a las autoridades médicas y a los padres y madres. La enfermedad respiratoria, provocada principalmente por el virus sincitial respiratorio, afecta los bronquios obstruyéndolos. La duración de la infección suele durar entre 2 y 5 días, pero en ocasiones supera la semana.
La mayoría de los bebés y niños pequeños, que solo padecen bronquiolitis comienzan a mejorar entre los 2 y los 5 días después del comienzo de la enfermedad.
Sin embargo, en no pocas ocasiones, puede llegar a durar una semana o más. Sobre todo, en bebés muy pequeños o con otras enfermedades previas, como el asma. En estos casos, para la completa recuperación puede necesitar hasta cuatro semanas.
Los pediatras advierten a los padres sobre esto y los síntomas de bronquiolitis que podrá tener el niño, después incluso de haber sido dado de alta hospital.
Los especialistas aconsejan que el niño permanezca en casa y no asista a guardería o escuela hasta que la fiebre y la secreción nasal hayan desaparecido, completamente. Por ellos y por evitar que contagie a otros.
Mientras el niño tenga esta sintomatología se recomienda que el ambiente en casa y en la habitación donde duerme se mantenga el aire húmedo que ayuda a aflojar la mucosidad y facilitar la respiración. Para ello se puede utilizar un humidificador para dar humedad al aire.
Si la nariz de su hijo está congestionada, no podrá beber ni dormir con facilidad. Para ello puede usar gotas de solución salina.