El aumento de consumo de unas inyecciones para tratar la diabetes tipo 2 ha hecho saltar las alarmas. ¿Ha aumentado los diabéticos en España o acaso es que se está abusando de su uso?
La respuesta a esta pregunta es complicada. No es que haya más personas afectadas con diabetes, es que esas inyecciones han demostrado una reducción del peso en adultos con sobrepeso de hasta el 22,5 por ciento (24 kg) y por eso se están recetando también para tratar la obesidad.
Pero la duda persiste. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) alertó hace unos días de que empezaban a escasear algunos de los medicamentos (análogos del GLP-1).
Aunque los laboratorios van a aumentar la producción lo que se teme es que haya aumentado la demanda porque algunas personas estén usando estas inyecciones para tratar de adelgazar sin ser obesos, lo que podría ser peligroso.
"No podemos obviar que no hay estudios de los efectos en personas que solo quieren perder un par de kilos. Estos fármacos están indicados para personas con IMC mayor de 30 o con sobrepeso con ICM por encima de 27 con patologías asociadas a la obesidad. Los estudios que se han hecho demuestran que son muy eficaces. Pero hay que atenerse a las indicaciones que se dan por parte de las autoridades", explica el especialista en endocrinología y nutrición y vocal de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), Cristóbal Morales.
P. Parece ser que hay evidencias de que en algunas clínicas privadas sí se están recetando sin que el paciente en cuestión cumpla todos los requisitos ¿Qué podría pasar si una persona que no es obesa lo toma?
R. No está indicado para eso. Nadie puede descartar que no surja un trastorno de conducta alimentaria, por ejemplo. Podría ser eficaz, claro, pero no hay estudios que lo digan. Se trata de una medicina de precisión para una enfermedad concreta, la obesidad. Como cualquier fármaco hay que atenerse a las indicaciones, salirte de ahí es meterte en un terreno donde no hay datos ni hay evidencia científica y no podemos asegurar la seguridad y la eficacia.
P. ¿Sería como administrar un fármaco para el corazón sin padecer una dolencia cardíaca?
R . Este medicamento va muy bien realmente, pero siempre bajo ficha técnica. Tienes que ir a un centro serio, las indicaciones son muy claras. Funciona bien porque inhibe el apetito pero debe ir siempre acompañado a un patrón nutricional y a un cambio de estilo de vida junto a ejercicio.
P. Si no se siguen estas indicaciones ¿Podría provocar un efecto rebote?
R. Si lo usas de manera puntual, sin supervisión medica por un equipo médico serio, con el aval de la sociedad española de obesidad y fuera de indicaciones medicas, es decir, por motivos solo estéticos, vas a perder peso muy rápido pero el peligro es que no puedas sostener esa perdida de peso y tengas el efecto yo-yo. Un efecto rebote con el que ganas mucha grasa, por tanto estas haciendo un flaco favor a tu cuerpo, estás cambiando tu composición corporal, y tu proporción de adipocitos.
P. Estos fármacos, pensados en principios para tratar la diabetes tipo 2, actúan imitando a la hormona GLP-1, regulando las áreas del cerebro encargadas del apetito y la ingesta de alimentos. Es decir, lo que hace es engañar al cerebro para que no tengamos hambre.
R. No es una varia mágica. Funciona bien porque inhibe el apetito pero debe ir siempre acompañado a un patrón nutricional y a un cambio de estilo de vida junto a ejercicio, insisto.
P. Quizá lo importante es además que no se han apreciado contraindicaciones graves en los pacientes a los que se ha recetado y que el beneficio no solo viene por la pérdida de peso.
R. Lo importante es mantener esa perdida de peso. Tengamos en cuenta que no estamos hablando de perder peso estamos hablando de ganar salud.
P. Lo que se consigue además es no tener que llegar a una reducción de estómago.
R. La cirugía metabólica es un fracaso de la prevención, porque ya vamos tarde.
P. Gracias a estos fármacos esa enfermedad puede remitir, ¿no?
R. Hay más de 200 complicaciones asociadas a la obesidad así que hay que tomarlo en serio. Es una enfermedad, muy compleja, que tiene mucha biología y genética detrás. Es un tratamiento largo, porque además hay que cambiar estilo de vida, dieta, y ayudar al paciente que en muchos casos ha sufrido mucho por rechazo social.
P. ¿Cuánto dura entonces el tratamiento?
R. Es importante dejar claro que no hay una sola obesidad, hay muchos fenotipos de obesidad diferente. Hay gente que logra su objetivo de peso antes y otros mas tarde. Tenemos que huir del termino peso ideal porque no existe. Cada persona es diferente, ahora eso sí, vamos a lograr perdida de peso con los nuevos fármacos de un 15 por ciento de tu peso corporal, que en salud es mucho. Pero el tiempo depende de cada persona. La persona que tiene el organismo ahorrador siempre va a tener que cuidarse , y tiene que hacer mas esfuerzo que otra persona con un metabolismo diferente.
P. Ahora se acaba de demostrar que este tipo de fármaco se puede administrar en adolescentes.
R. Es una muy buena noticia. La mayoría de estos pacientes han sufrido bullying toda su vida. Si podemos combatir la enfermedad pronto atajamos el problema antes y ganarán en calidad de vida.
P. Siempre bajo prescripción médica.
R. Es que no se puede hacer de otro modo. Aconsejamos un uso responsable siguiendo las indicaciones. Estos medicamentos van con receta, que eso sí, no están financiados por la Seguridad Social.
P. Pero sin hay que tomarlos muchos años ¿Cómo se los puede permitir el paciente?
R. Por eso hay una brecha social. Los pacientes que más lo necesitan suelen ser los que menos dinero tienen pero la Sanidad pública no financia ningún tratamiento para la obesidad.
P. Ese si que es un problema porque la obesidad afecta ya a un 25% de la población en nuestro país según la Sociedad Española de Cirugía de la obesidad.
R. Habría que analizar y buscar vías sobre qué perfil de paciente se beneficia más. Pero lo primero que hay que tener en cuenta, insisto, es que la obesidad es una enfermedad y como tal debe ser tratada.
Saxenda, el medicamento que más se receta, tiene un precio de 283,05 euros por la caja de 5 plumas precargadas.