La llegada del otoño se convierte cada año en el pistoletazo de salida para la temporada de setas y son muchos los españoles que se lanzan a su recolección cada año. Aprender a recogerlas es todo un arte y en determinadas localidades de nuestro país se ha convertido en toda una tradición que se comparte en familia y entre amigos. Sin embargo, es importante contar con ciertos conocimientos previos para recolectarlas de forma adecuada y cumplir con la legislación, así como saber qué setas son venenosas y qué tipos de setas comestibles podemos encontrar. Ten en cuenta que muchas especies de setas son venenosas y pueden causar diferentes síntomas dependiendo del tipo de seta. ¿Qué síntomas alertan de la intoxicación por setas venenosas?
Lo primero que debes tener en cuenta es que las distintas especies de setas producen diferentes toxinas con diferentes efectos e, incluso en el marco de la misma especie, pueden darse distintos potenciales de intoxicación en función de factores como el momento de la temporada en que las recolectes o la forma en que las cocines. También debes tener en cuenta, tal y como recuerda el Manual MSD, distinguir setas venenosas de las no venenosas es difícil "incluso para las personas con conocimientos", y las reglas populares "no son fiables". La 'buena noticia' es que todas las setas venenosas causan vómitos y dolor abdominal, pero el resto de síntomas varían mucho dependiendo del tipo de seta. Por tanto, es posible que un médico conozca cuál ha sido la responsable de tu intoxicación, actuando en consecuencia.
Un truco básico consiste en saber que, en general, las setas que causan síntomas en poco tiempo (menos de 2 horas) tras la ingestión son menos peligrosas que las que causan síntomas tardíos (por ejemplo, una vez transcurridas 6 horas).
En cuanto a los síntomas de una intoxicación por setas, los tempranos suelen consistir en vómitos y diarrea, que parece entre 1 y 6 horas tras la ingesta. A veces las heces pueden contener sangre y puede surgir también dolor de cabeza o malestar corporal generalizado. Si se trata de una seta poco tóxica, estos síntomas desaparecerán en unas 24 horas, aunque puedes tratar los síntomas con los medicamentos adecuados.
Por otro lado, existen síntomas tempranos que afectan al cerebro y la médula espinal: es el caso de las conocidas setas alucinógenas, que contienen el alcaloide psilocibina. Este tipo de seta también provoca náuseas y vómitos a los 15-45 minutos de la ingestión, y las alucinaciones comenzarán entre 20 y 90 minutos después de la ingestión. Si consumes una seta alucinógena por error, no te asustes si notas euforia, aumento de la imaginación y alucinaciones. Puede que tu ritmo cardíaco se acelere y que aumente la presión arterial. La fiebre también es frecuente en niños. Todos estos síntomas desaparecerán poco a poco, aunque también pueden tratarse recetando, por ejemplo, un tranquilizante.
Cuidado también con los síntomas tempranos que provocan las setas que contienen muscarina: esta distancia sustancia química imita a la acetilcolina, un neurotransmisor. A los 30 minutos pueden aparecer signos como lagrimeo y salivación en aumento, estrechamiento de las pupilas, sudoración, vómitos, calambres estomacales, diarrea, mareos, espasmos musculares, confusión, coma y convulsiones ocasionales. Esa sustancia puede provocar, por tanto, síntomas graves, aunque no es habitual que así ocurra y normalmente se producen síntomas leves que duran aproximadamente unas 12 horas.
En cuanto a los síntomas tardíos, muchos son de carácter gastrointestinal y, en estos casos, el riesgo de muerte suele ser mayor. Ten especial cuidado con la seta de la especie Amanita phalloides, ya que ésta causa el 95 por ciento de las muertes por intoxicación con setas. En este caso, vómitos y diarrea empezarán entre 6 y 12 horas tras de la ingestión. Puede aparecer una fuerte hipoglucemia y, transcurridos unos días, puede desarrollarse insuficiencia hepática y/o renal. Los síntomas pueden desaparecer solos en un transcurso de 5 a 8 días. Otros tipos de setas peligrosas pueden provocar toxicidad cerebral e incluso degradación muscular tardía, que puede ser mortal.