La metatarsalgia es una enfermedad que consiste en el dolor crónico en los metatarsos del pie, los huesos que unen el tobillo con los dedos, nos ayudan a mantener el equilibrio y que soportan el peso del cuerpo. Se ha conocido que la reina Letizia sufre esta dolencia, que según publicaba El País se debe al uso excesivo de zapatos de tacón, que ha vuelto a usar el 12 de Octubre. Además de la metatarsalgia crónica que sufre hace años, a la Reina Letizia le diagnosticaron el pasado mes de junio un neuroma de Morton, problema que afecta mucho más a las mujeres que a los hombres, entre otras causas, por el uso de zapatos de tacón y más estrechos.
El neuroma de Morton es una afección dolorosa que afecta el metatarso, más frecuentemente el lugar entre el tercero y cuarto dedo del pie. Se puede sentir como si estuvieras parado sobre una piedra en tu zapato o un pliegue del calcetín.
El neuroma de Morton, según Mayo Clinic, consiste en el engrosamiento del tejido alrededor de uno de los nervios de los dedos de los pies. Esto puede causar un dolor agudo con ardor en la bola del pie. Es posible que tengas picazón, ardor o entumecimiento en los dedos afectados.
Los zapatos de tacón alto o apretados están vinculados al desarrollo del neuroma de Morton. Muchas personas sienten alivio al comenzar a usar zapatos con tacones más bajos y con una puntera más amplia. A veces es necesario aplicar inyecciones de corticosteroides o hacer una cirugía.
En general, no hay ningún signo externo de esta afección, como un bulto. En cambio, podrías manifestar los siguientes síntomas:
Además de estos síntomas, es posible que descubras que quitarte el zapato y frotarte el pie a menudo ayuda a aliviar el dolor.
Morton's neuroma seems to occur in response to irritation, pressure or injury to one of the nerves that lead to your toes.
Entre los factores que aparentemente contribuyen al neuroma de Morton se incluyen:
Como en otros problemas musculoesqueléticos, los primeros tratamientos son conservadores. Para empezar, usando calzado más amplio y con menos tacón. Se puede aplacar el dolor con analgésicos y antiinflamatorios recetados por el médico, y usarse una plantilla personalizada diseñada por el podólogo. La fisioterapia puede ayudar y en algún caso, infiltraciones. Si todo eso no funciona, como última instancia se recurre a la cirugía, con la que se obtienen buenos resultados pero siempre es mejor recurrir antes a técnicas menos invasivas.