Cuando conocemos a alguien, nuestro cerebro no borra automáticamente todos los recuerdos y el afecto que sentimos hacia nuestros ex. El pasado forma parte de nuestra historia y si una relación fue sana, no es necesario sacar a esa persona de nuestra vida como si fuese una garrapata o un virus. Pero una cosa es mantener la amistad con un ex, y otra engañar a tu pareja y ocultarle información.
Pongámonos en situación: Tu pareja sigue llevándose bien con su ex, pero no te lo cuenta. Da igual que cortasen hace dos meses o hace cinco años. Lo importante es que, a escondidas, siguen hablando. De repente tú te enteras y un huracán de emociones atraviesa tu mente. Te sientes traicionado, decepcionado y celoso.
Lo primero que te preguntarás si has vivido una situación como la que acabamos de describir es por qué tu pareja te ha ocultado que sigue en contacto con su ex.
Probablemente la conversación sea de lo más inofensiva, pero algo dentro de tu pareja le ha hecho ocultártela. “No es para tanto”, te puede decir, “tampoco te cuento con quién hablo en todo momento”. Y tiene razón, pero una cosa es omitir información por despiste o porque no la consideras relevante, y otra ocultar activamente un detalle importante de su vida. ¿Habría actuado igual si hablase con un amigo de la infancia? Esa es la pregunta que tu pareja debe hacerse.
No puedo leer mentes ni hablar por todas las personas del mundo, pero en la mayoría de las situaciones similares, se oculta el contacto con un ex por miedo a estropear la relación actual. No es que tu pareja desconfíe de ti, es que tiene miedo a que no te parezca bien que hable con su ex y, en consecuencia, eso provoque vuestra ruptura.
¿Es peor el remedio que la enfermedad? Sí, porque ocultar información siempre da lugar a conflicto. Es mejor ser sincero desde el principio y tratar este asunto como algo normal. Después, si surgen celos (que no tiene por qué), se gestionarán.
La única forma de saber si siente algo por su ex es… ¡Lo has adivinado! Preguntándole.
Sé que es una conversación muy dura y muchas personas prefieren omitirla porque no están preparada para una respuesta afirmativa. Es totalmente respetable y puede ser útil aprender a gestionar esa incertidumbre.
¿Qué pasa si se lo preguntas y te dice que sí? Que tienes que mantener la calma. Aunque cueste creerlo, no es tan grave que tu pareja siga sintiendo algo por su ex.
Si la relación fue bonita y sana, y la ruptura no fue traumática, dos personas pueden mantener un vínculo de cariño igual que el que sientes tú por ese amigo de la infancia al que hace mucho que no ves. “Sentir algo” no significa seguir enamorado, significa apreciar el tiempo que has vivido con alguien. Tampoco significa querer volver con esa persona o revivir lo que en su día fue bonito, significa apreciar esos recuerdos y querer seguir adelante construyendo otros nuevos con una nueva pareja.
Otra cosa es que tu pareja quiera volver con su ex, en cuyo caso lo mejor es que os deis un tiempo hasta que se aclare.
Sí y no. Sí es normal enfadarte porque te ha ocultado información. Las relaciones sanas se construyen a partir de una comunicación sincera, empática y asertiva. Mentir (o callarse ciertos detalles) puede dar pie a dinámicas tóxicas.
Sin embargo, no es del todo justo que te enfades porque mantenga el contacto con su ex (ni tampoco es justo que le obligues a bloquearle) siempre y cuando haya límites entre ambos y los dos tengan claro que solo es amistad y que tu pareja ha rehecho su vida.
Lo mejor en estos casos es hablar con tu pareja. Si sientes celos, dilo, porque es normal. Al fin y al cabo, los celos son una reacción emocional natural, lo importante es cómo los gestionamos. ¿Hablando? Genial. ¿Controlando a nuestra pareja o prohibiéndole hacer ciertas cosas? Fatal.
También es importante que tu pareja piense y se exprese. ¿Qué siente por su ex? ¿Cómo es la relación entre ambos ahora mismo? ¿Qué espera de esa relación en un futuro? ¿Qué límites no queréis que se crucen? Todas estas preguntas deben responderse para que podáis mantener una relación sana.