Ni buenos ni malos, los celos sólo son una emoción más de nuestro repertorio psicológico. Surgen cuando sentimos amenazado algo a lo que queremos, y se convierten en un problema cuando aparecen con demasiada frecuencia, son completamente irracionales o afectan a nuestra relación de pareja. Eso es lo que le ocurre a Andrés, un joven de 29 años con celos del pasado amoroso y sexual de su pareja.
“Cuando estábamos conociéndonos hablamos de nuestros ex, de líos del pasado y un poco de todas las experiencias de antes de conocernos, y en el momento no me molestó, pero según ha ido pasando el tiempo es como que me ha cambiado el chip. Lo tengo en la cabeza, y no se me va”, confiesa el joven.
Ahora, los celos son un problema en la relación, y es que Andrés no puede evitar sentir inseguridad al compararse con personas que ya no forman parte de la vida de su novia. “No lo soporto. Sé que es el pasado, pero me pone malo imaginarla con otras personas viviendo las cosas que vive conmigo. Ya no te hablo solo de lo sexual, sino del amor”.
Se trata de un problema personal, pero está afectando a la vida en pareja. “Es cosa mía solucionar mis celos, yo lo sé, pero a veces estoy mal y ella me pregunta, yo no sé qué decir, y acabamos discutiendo por chorradas”, relata.
Los celos retrospectivos también se conocen como síndrome de Rebeca, término inspirado en el libro homónimo de la escritora Daphne Du Maurier en 1938. En la obra, narra la historia de un matrimonio atormentado por el recuerdo de una expareja, Rebeca, y aunque es ficción, refleja una dinámica muy habitual en las relaciones amorosas.
Estos celos surgen de las experiencias afectivas o sexuales pasadas de la pareja. Es decir, de sus ex, de sus ligues o incluso de sus amores platónicos.
Curiosamente, pueden ser mucho más poderosos que los celos relativos al presente, y además suelen generar más malestar ya que no se puede hacer nada por cambiar el pasado, solo aprender a aceptarlo.
A menudo, la persona idealiza las antiguas relaciones de su pareja. Se imagina que un noviazgo fue perfecto o que el sexo con otras personas era tremendamente satisfactorio y que, en consecuencia, nunca podrá estar a la altura. El resultado es una comparativa constante o, en otras palabras, una tendencia a pensar que ese exnovio o ese exligue era más atractivo, más divertido, más inteligente y más carismático que uno mismo.
Para generar esta baja autoestima, la persona puede o bien hacer un trabajo psicológico de autoconocimiento y fortalecimiento, o –como desgraciadamente ocurre en muchos casos– enfadarse con su pareja sin motivo, reprocharle cosas de su pasado o controlar su independencia.
Identificar los celos retrospectivos a veces es difícil, ya que en la mayoría de los casos aparecen de forma sutil. Sin embargo, entender lo que sentimos es fundamental para evitar que vaya a más.
Los celos retrospectivos pueden surgir por diferentes motivos: baja autoestima, dependencia emocional o malas experiencias previas como, por ejemplo, haber sufrido infidelidades en el pasado. A veces pueden aparecer porque la pareja actual u otras personas hacen comparaciones con los ex, algo muy fuera de lugar que, inevitablemente, deteriora la relación.
Si esto ocurre, no tienes que convivir con los celos ni reprimirlos. Hay ciertas estrategias para gestionarlos de la mejor manera posible.
Si los celos retrospectivos están afectando a tu salud mental o a tu relación, pide ayuda profesional a una psicóloga que profundice en tu historia y te proporcione pautas específicas.