De la ansiedad al miedo: ¿qué trastornos se asocian al uso de las redes sociales?
Lucía SicreMadrid
El abuso de las redes sociales puede provocar trastornos importantes.Pixabay
El uso de redes sociales tiene aspectos positivos: puede ayudarnos a configurar nuestra identidad, a expresarnos libremente y a conectar con otras realidades
Sin embargo, las redes también pueden ser fuente de presión, de adicción o de acoso, especialmente para los más jóvenes
Las redes sociales se han convertido en una herramienta de comunicación más para millones de personas en todo el mundo: gracias a ellas podemos permanecer en contacto con amigos y conocidos de cualquier rincón del Planeta, compartir imágenes y cualquier tipo de información que nos defina o nos parezca interesante, interactuar con perfiles públicos... y un sinfín de actividades que, si mantenemos un buen uso, pueden resultar muy beneficiosas. La cosa se tuerce cuando hacemos un mal uso de este tipo de plataformas o cuando sufrimos las consecuencias de un mal uso por parte del resto de usuarios. Por eso es importante conocer los riesgos que entrañan las redes sociales para nuestra salud y aprender a mantener cierta distancia cuando sea necesario. ¿Qué trastornos se asocian al uso de las redes sociales?
¿Qué trastornos se asocian con el uso de las redes sociales?
Instagram, Facebook, Twitter, TikTok... Para bien o para mal, las redes sociales han llegado para quedarse y con ellas se nos ponen en bandeja toda una serie de posibilidades en materia de comunicación que eran impensables hace unas décadas. Estas plataformas nos permiten estar más conectados que nunca, aunque este hecho puede tener sus implicaciones negativas, ya que aumenta nuestro nivel de exposición y también el riesgo de sufrir cualquier tipo de acoso o trato vejatorio.
A ello se le suma la ficción que rodea a muchos perfiles, donde se nos vende una idea de perfección que puede llevarnos a valorar negativamente nuestro entorno o a nosotros mismos. En definitiva, es importante estar preparado para los potenciales peligros que esconden las redes sociales y aprender a analizarlas con cierta distancia. Esto es especialmente aplicable al caso de los más jóvenes: muchos de ellos han crecido con estas herramientas y su uso diario las convierte en un ingrediente clave en su forma de relacionarse con el mundo. Si a ello le sumamos las dificultades propias de la infancia y la adolescencia, la probabilidad de que surja algún tipo de trastorno o enfermedad asociada al uso de redes sociales aumenta.
Estos son algunos de los trastornos asociados al uso de las redes sociales:
Ansiedad y depresión. Tal y como recuerda Hospital San Joan de Déu, las estadísticas indican que uno de cada seis jóvenes experimentará un trastorno de ansiedad en algún momento de su vida. A ello se suma que las tasas de ansiedad y depresión entre los jóvenes van en aumento, y cuatro de cada cinco jóvenes afirman que el uso de las redes sociales provoca que sus sentimientos de ansiedad empeoren. Las comparaciones tienen mucho que ver con ello, alimentando un bajo autoconcepto, una baja autoestima y una búsqueda de perfección basada en modelos irreales. Distintos estudios evidencian también una relación clara entre el uso de redes sociales y la depresión.
Falta de sueño. Las redes sociales están diseñadas para mantenernos el máximo tiempo posible 'enganchados' a ellas, y es demasiado frecuente que nos vayamos a la cama con el móvil en la mano y que pasemos mucho tiempo curioseando en redes. Esto afecta tanto a la cantidad como a la calidad del sueño: el uso de pantallas resulta de por sí nocivo, al mantenernos alerta en un momento en que deberíamos permanecer a oscuras para prepararnos para el descanso. Además, la sensación de no querer perdernos nada suele provocar que lo primero que hagamos al despertar sea consultar el móvil, o incluso que lo hagamos de madrugada. Lógicamente, esto influye en todos los aspectos de nuestra salud: descansar mal puede desembocar incluso en enfermedades del corazón.
Problemas con la imagen corporal. El uso de filtros, las imágenes retocadas, la iluminación, las posturas estudiadas... Existen miles de trucos pensados para mostrar nuestra mejor versión física en redes sociales y muchas veces esta imagen no se corresponde con la realidad. A pesar de que lo sabemos, es fácil caer en la trampa de compararnos y construir un autoconcepto negativo. Trastornos alimenticios y obsesiones con el aspecto físico son muy frecuentes entre quienes consumen redes sociales, y esto resulta especialmente peligroso para los más jóvenes.
Acoso en redes. Los casos de acoso son siempre desagradables y su extrapolación al universo de las redes sociales contribuye, y mucho, a empeorar la situación, ya que éstas actúan como amplificador de insultos y vejaciones. Hay que tener en cuenta que el acoso durante la infancia es un factor de riesgo importante para la salud mental y física. Las cifras nos indican que siete de cada 10 jóvenes han experimentado ciberacoso en algún momento de sus vidas, un dato muy preocupante que explica muchos casos de depresión, ansiedad, trastornos del sueño e incluso tendencias suicidas.
Miedo a perderse alguna cosa (FOMO). El "miedo a perderse algo" (fear of missing out) va indudablemente asociado al uso de redes sociales y es un factor que alimenta el estrés y la ansiedad. Es frecuente que tengamos la sensación de qu debemos estar conectados precisamente para estar al día y no perdernos ningún evento, publicación... lo que nos lleva a un consumo excesivo de redes sociales.