{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
A comienzos de año, Sara conoció a un chico en la universidad. Empezaron a quedar para acostarse de forma informal, pero en junio él cortó la comunicación. Si ella escribía un WhatsApp, él le respondía de forma seca. Sara decidió pasar y seguir con su vida, pero las redes sociales han dificultado un poco esta decisión: él está pendiente de lo que ella comparte. “No lo entiendo. No me escribe, pero ve todas mis historias de Instagram”, comparte la joven de 21 años. “A veces da like o reacciona con emojis. ¿Pasa de mí, pero me manda corazones? ¿De qué va? Es que no lo entiendo”, añade.
Aunque puede parecer una preocupación trivial, lo cierto es que la situación que vive Sara es tan angustiosa como habitual. Que una persona que te gusta decida pasar olímpicamente de ti, pero que siga presente en tu vida a través de las redes sociales, puede generar mucha incertidumbre y afectar a nuestra autoestima. La gran pregunta es por qué tu ligue hace esto.
Lo primero que te habrás preguntado si has vivido una situación similar a la de Sara es por qué tu ligue desapareció de tu vida. En el mejor de los casos, te dio alguna explicación: no quería nada serio, se agobio, la relación no terminaba de encajar con sus expectativas, prefiere mantener la amistad, le gustaba otra persona, etc. Sin embargo, es muy habitual que, en relaciones sin compromiso, se escoja la vía rápida y dolorosa: hacer ghosting o, en castellano, desaparecer sin dar ninguna explicación.
¿Por qué la gente hace ghosting?, te preguntarás. La respuesta es muy compleja. Algunas personas no son capaces de rechazar a alguien de forma asertiva y prefieren hacer una “bomba de humo”. Otras creen que al ser algo informal, no hace falta ni despedirse, ni dar explicaciones, ni tener un poco de empatía para con la otra persona. En ambos casos es un error, ya que cualquier relación (tanto una seria como una de sexo informal) requiere un mínimo de responsabilidad afectiva. En otras palabras, como seres humanos que se relacionan con otros seres humanos y no con robots, debemos tener un poco de tacto y respeto.
Sea como sea, en muchos casos el ghosting es parcial, es decir, tu exligue ya no quiere quedar o incluso te ignora en WhatsApp, pero sigue pendiente de tus redes sociales. Esto puede resultar frustrante y paradójico. “Si no quiere follar más, ¿por qué quiere ver mis stories o dar likes a mis fotos?”, se pregunta Sara. Su argumento es totalmente razonable, pero detrás del comportamiento de los exligues que hacen ghosting parcial, hay dos explicaciones.
Si tu exligue pasó de ti y te dejó muy claro (o bien con sus palabras, o bien con su comportamiento) que ya no quería nada contigo, pero sigue presente en tus redes sociales, tienes dos opciones.
La primera es confrontarle. ¿Cómo? Diciéndole de forma educada pero asertiva todo lo que piensas y pidiéndole explicaciones. ¿Cuándo elegir esta opción? Cuando la incertidumbre te está provocando ansiedad y crees que te quedarías más a gusto con una conversación final con esa persona.
La segunda opción es bloquear en redes sociales a tu exligue. Si él decidió desaparecer de tu vida, tú tienes derecho a eliminarle por completo. Con esta alternativa, no tendrás una explicación, pero a veces es mejor aprender a tolerar la incertidumbre que mantener el contacto con alguien que te ha tratado sin empatía ni respeto.
Elijas la opción que elijas, mi recomendación profesional como psicóloga es que centres tu energía y tu tiempo en relaciones que realmente te resultan enriquecedoras, te ofrecen los cuidados psicológicos que necesitas y te aportan paz mental. Si una persona decidió salir de tu vida y cortar el contacto cara a cara, no merece conocer lo que haces a través de tus redes sociales.