En España, el plan de vacunación contra el virus símico, que ha dejado 2 muertos, ya contempla la vacuna preexposición. Hasta mediados de julio la vacuna contra la viruela del mono solo estaba disponible para casos posexposición, es decir, para contactos estrechos de casos confirmados.
La vacuna se administra a demanda de las comunidades. Se trata de Imvanex, comercializada por Bavarian Nordic y de la que nuestro país ha recibido de momento las primeras 5.300 unidades a través de la Hera, la Autoridad Europea de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias, además de otras 200 que adquirió con un tercer Estado y que ya se están pinchando a demanda de las comunidades.
Por edades, la vacuna se recomienda administrar a la población entre los 18 y 45 años. A partir de 18 años, según la ficha técnica y el límite de 45 está en relación con el último caso de viruela en 1977, se entiende que los nacidos antes de ese año recibieron la vacuna clásica y están protegidos.
Si eres un contacto estrecho de una persona infectada, los profesionales de Salud Pública evaluarán tu situación y explicarán si debes vacunarte o no, una medida que también varía en función de la comunidad en la que vivas.
En la Comunidad de Madrid ya se puede pedir cita para recibir la vacuna sin haber estado expuesto al virus. Los requisitos para pedir esta vacuna son: Personas entre 18 y 45 años que mantienen prácticas sexuales de alto riesgo y que cumplan con las siguientes situaciones:
Se puede realizar a través de esta web de la Comunidad de Madrid, aunque los usuarios de las redes sociales advierten que casi nunca existen huecos disponibles para poder vacunarse.
El Ministerio de Sanidad y las comunidades han acordado incorporar las vacunas que se administren contra el virus de la viruela del mono en el Registro Común de Vacunas (Regvacu), de manera que se pueda conocer de manera precisa las que se han administrado en todas las autonomías.
Hasta ahora, este registro gestionado por el Ministerio de Sanidad y que dio sus primeros pasos al inicio de la campaña de inmunización anticovid, solo contabiliza las vacunas frente al Sars-CoV-2, aunque la idea es que en un futuro incluya todas las que tiene administradas un paciente.