El pasado 24 de julio la OMS declaraba que la viruela del mono es una emergencia de salud pública de carácter preocupante a nivel internacional. Una situación que Dimie Ogoina, un profesor de medicina de Nigeria, ya sospechó hace años que podría llegar a producirse.
En septiembre de 2017, Dimie Ogoina atendió a un niño de 11 años con un extraño sarpullido por todo su cuerpo. Después de descartar la varicela, el doctor se preguntó si podría ser un caso extremadamente raro: la viruela del mono. Sus sospechas se confirmaron después de mandar a analizar los resultados. Era el primer caso de viruela del mono en Nigeria en 38 años.
En un primer momento no saltó la alarma, ya que tanto Ogoina como sus colegas de profesión creyeron que se trataba de un caso aislado por un contagio de animal a humano. Sin embargo, semanas más tarde, las sospechas comenzaron. No se quedó en un caso aislado, sino que cada vez fueron apareciendo más y más contagios por todo el país.
El virus ya no solo afectaba a zonas rurales, sino que también se contagiaba entre hombres jóvenes de la ciudad. Tras su descubrimiento, el experto ha intentado advertir a científicos de todo el mundo que la enfermedad se estaba propagando, pero siempre se chocó con el rechazo de otros expertos.
Ahora que la viruela del mono se está expandiendo por el mundo, Ogoina lamenta no haber sido escuchado hace años, cuando advirtió que esta situación podría llegar, como recoge National Public Radio.