El verano es, para la mayoría de nosotros, una estación con pocos 'peros': brilla el sol, suben las temperaturas, llegan las vacaciones y los chapuzones en el mar... pero, desafortunadamente, también aumenta la presencia de mosquitos y demás insectos.
Aunque su picadura no suele ser peligrosa, estos insectos pueden transmitir enfermedades potencialmente mortales y provocar reaciones alérgicas. Además, muchas veces su simple presencia y ese característico zumbido nocturno pueden bastar para arruinar nuestro descanso. Por eso es buena idea aprender cómo evitar que nos piquen los mosquitos, así como su entrada en nuestro hogar.
La llegada de las altas temperaturas trae de la mano muchas ventajas, pero con ellas también aumenta la presencia de los molestos mosquitos. El verano es también la estación preferida por estos insectos, algo que se relaciona con su ciclo reproductivo. Las hembras, una vez fecundadas, necesitan sangre para poner sus huevos, y las altas temperaturas garantizan en mayor medida que encuentren un lugar adecuado donde depositarlos con seguridad. Si además el verano es húmedo, se darán las condiciones perfectas para que los mosquitos se reproduzcan en mayor medida y, con ello, habrá más hembras dispuestas a picarnos para perpetuar la especie.
Si quieres evitar que te piquen los mosquitos este verano, lo mejor es la prevención. Toma nota de estos consejos y caos para evitar estas molestas picaduras y descansar tranquilo:
Sin duda uno de los lugares donde más molesto resulta encontrar mosquitos (y el único espacio en el que podemos controlar su entrada) es nuestra casa. Durante el verano se unen dos factores que juegan en contra de este objetivo: de un lado, necesitamos ventilar con más frecuencia para combatir las altas temperaturas y, de otro, la presencia y número de mosquitos aumenta exponencialmente.
Por eso lo mejor que puedes hacer es optar por medios barrera, como mosquiteras para ventanas y puertas (aprende cómo limpiarlas), mosquiteras para tu cama y otras zonas de descanso... Aunque se trata de una inversión que puede resultar relativamente cara, siempre puedes comprar mallas (lo suficientemente tupidas como para evitar el paso del insecto) e instalarlas tú mismo. Otros medios son el uso de productos repelentes que se colocan en enchufes, aunque siempre será mejor optar por remedios naturales y, para ello, las barreras físicas son el método más inocuo.
Los repelentes naturales contra los mosquitos no son infalibles, pero pueden reducir su presencia y convertir tu hogar en un lugar menos apetecible para ellos. Existen muchos repelentes naturales para mosquitos, aunque insistimos en que lo mejor es evitar su entrada en casa ventilando de forma adecuada o utilizando moquitearas para puertas y ventanas. Una combinación de estos elementos puede ser la solución perfecta, ya que estarás teniendo en cuenta el medioambiente y evitando insecticidas, aerosoles, difusores eléctricos...
Por ejemplo, es muy eficaz el uso de vinagre: coloca un recipiente con este producto y agua en tu habitación horas antes de dormir y verás como el olor de esta mezcla los repele. Algo similar ocurre con el uso de limón y clavo, así como con las velas, inciensos y aceites específicos para evitar la presencia de insectos.
El aceite de eucalipto o el de almendras funcionan bien en estos casos, así como la manzanilla. También la citronella, el limón, el laurel, la lavanda o el romero. Por otro lado, algunas plantas de maceta, como la albahaca, ayudan a evitar la presencia de mosquitos, y un remedio clásico muy eficaz (aunque tal vez más engorroso y menos estético) es colocar bolsas de plástico en las ventanas, rellenas de agua. Olores como el del ajo o la cebolla también repelen a los mosquitos.
También conviene evitar charcos y zonas con agua estancada donde los mosquitos puedan proliferar (por ejemplo, si tienes terraza y riegas con frecuencia, dejando áreas con humedad a tu paso). Abrir la ventana por la noche con la luz interior encendida es una de las peores cosas que puedes hacer si quieres evitar la presencia de mosquitos en tu habitación, y algo parecido ocurre con ventilar a última hora de la tarde, momento de mayor actividad para ellos.
Además, es conveniente no dejar vasos de agua o botellas abiertas, así como mantener luces bajas o ninguna luz en el lugar en el que vayamos a dormir, especialmente si ventilamos en ese momento. Si estás fuera de casa, aléjate de las zonas con fuentes o aguas estancadas, ya que son algunos de los principales lugares donde habitan los mosquitos.
Como es imposible permanecer todo el día en la burbuja de nuestro hogar, tendrás que tener en cuenta algunos consejos para protegerte cuando te encuentres en la calle, especialmente si eres propenso a que te piquen los mosquitos (existen causas científicas para ello). Una opción son los repelentes de mosquitos, que suelen contener dietiltoluamida, una sustancia que ayuda a evitar las picaduras. Es fundamental seguir las recomendaciones sobre el modo de aplicación y la frecuencia de uso.
Además, es aconsejable evitar colonias o perfumes dulces, ya que este tipo de olor resulta atrayente para los mosquitos. Como alternativa, elige olores cítricos, ya que pueden repelerles de forma natural. Una buena higiene corporal también ayuda, ya que el sudor es otro elemento atractivo para estos insectos. Además, se dice que los colores chillones llaman la atención de los mosquitos. Los mosquitos suelen ser atraídos por colores chillones como el amarillo, el verde o el azul.
Lógicamente, la mejor forma de protegerte es usar ropa de manga larga o ropa que te cubra la mayor cantidad de piel posible, algo que resulta más incómodo durante el verano. Si por las noches refresca, aprovecha para cubrir tu cuerpo con ropa fina o un pañuelo de buen tamaño. La ropa ancha y ligera puede ser una buena solución. Por último, ten en cuenta que el amanecer y el anochecer son los momentos del día más activos para los mosquitos: evita exponerte a ellos en estos horarios.