La enfermedad de Crohn es una afección inflamatoria intestinal que afecta de forma importante la calidad de vida de quien la padece. La inflamación puede afectar cualquier tramo del intestino delgado y además la enfermedad puede manifestarse en otros órganos fuera del intestino, como en los ojos.
Aunque no se sabe cuál es la causa de esta enfermedad, sí se sabe que puede ser una combinación de factores genéticos y algún factor externo que se desconoce y que desencadena una respuesta inmunológica no controlada que se traduce en la inflamación intestinal.
El grado de afectación varía en función de si este es leve o más grave, pero se ha demostrado un importante impacto en la calidad de vida en la mayoría de los pacientes durante los brotes de la enfermedad, no sólo por los síntomas sino también por las complicaciones que pueden aparecer.
Las llamadas manifestaciones extraintestinales, que comúnmente acompañan a la enfermedad inflamatoria intestinal, pueden llegar a afectar la piel, los ojos y con frecuencia las articulaciones. En los ojos los pacientes con Crohn pueden sufrir epiescleritis, la inflamación de la episclera. Los síntomas de la epiescleritis van desde la sensibilidad a los ojos llorosos o el enrojecimiento.
También es común que estos pacientes sufran la inflamación de la esclerótica, que puede derivar en ardor o visión borrosa e incluso la queratopatía, un trastorno que afecta la córnea, normalmente generando una inflamación en forma de ampolla.