Las mascarillas vuelven a ser obligatorias dentro de la Catedral de Santiago. Es un síntoma de la nueva ola de covid provocada por las nuevas variantes de ómicron. Una medida que está pillando por sorpresa a muchos de los fieles que guardan cola y que se enteran de la obligatoriedad de llevar el cubrebocas prácticamente cuando ya les toca entrar en el templo.
Es un ejemplo de lo que los expertos anticipan tras una nueva ola que ya nadie niega. Las nuevas variantes de ómicron han disparado los contagios.
Uno de los síntomas de las nuevas olas está en la venta de test. La demanda de test de antígenos ha crecido un 120% en los primeros días de julio (del 1 al 4) con respecto al mes anterior, según los datos recopilados por la distribuidora Cofares, que atribuye ese aumento de casos al nuevo repunte de las variantes “sigilosas” de ómicron.
En un comunicado, Cofares recuerda que la dispensación sin receta de test de autodiagnóstico en farmacias se aprobó el 20 de julio del año pasado. Además del aumento de casos, la cooperativa de distribución farmacéutica atribuye también a la responsabilidad personal y la proximidad de las vacaciones de verano el repunte en la venta de test.
También ha aumentado la fabricación de los test de antígenos. En una empresa de Zamudio, en Vizcaya. Allí, la producción, Asier Bailez, se ha multiplicado en los últimos días por diez. Donde más ha crecido la venta es en Navarra, Castilla y León, Aragón y comunidad Valenciana. "Hay quien necesita confirmar el positivo para la baja médica. En Mallorca habilitan puntos".
Muchos expertos ya piden la mascarilla en interiores ante el subidón de contagios. Cierto que es difícil llevarla en los San Fermines pero como dice Rafael Bengoa, exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud. "Si no se pone antes, importa el después, al llegar a casa sería bueno llevarla porque va a haber muchos contagios.