Dice el refrán que un clavo saca a otro clavo y aplicándolo a la vida amorosa, son muchos los que han intentado superar una ruptura acostándose con otra persona, a veces eligiendo a alguien completamente diferente a su ex para “probar cosas nuevas”; otras veces, el elegido era idéntico, como si se tratase de una imitación de una droga, pero con menos poder adictivo. Sea como sea el “clavo” en cuestión, ¿sirve para algo?
Las relaciones nos cambian. Cuando una persona llega a tu vida, ya nada vuelve a ser igual. Tu forma de ser y de amar se transforma, así como tu forma de querer que te amen. Cambian tus rutinas y el “nosotros” va ganando espacio. Por eso duele tanto la ruptura; deja un vacío que no sabemos cómo llenar.
Esa sensación de vacío se complementa con algo nuevo: libertad. Da igual que tu relación fuese la más sana del mundo y disfrutases de tu independencia, porque cuando rompes con alguien de alguna manera te sientes con alas, aunque dé mucho vértigo volar. Lo difícil es entender por qué hacemos las cosas. ¿Quieres llenar el vacío que dejo tu ex o quieres disfrutar de tu libertad? Esa es la pregunta clave para saber hasta qué punto es sano acostarte con otra persona para superar una ruptura, y responderla no es nada fácil.
Lo cierto es que no hay un manual de una buena ruptura. Tampoco trucos milagrosos para superar a tu ex, aprender de los errores y seguir hacia delante más fuerte que nunca. Lo que sí hay, al menos desde la Psicología, es autocuidado.
Romper (o que te rompan) da pie a un duelo. Toca asumir que esa persona ya no está y que ahora hay un gran vacío, un vacío que se llena a veces de emociones como la tristeza más grande, la culpabilidad, el rencor, la ansiedad o la esperanza.
Las emociones dan pie a conductas, es decir, a todo aquello que hacemos con la esperanza de sentirnos un poquito mejor. Por ejemplo, acurrucarnos en el sofá comiendo helado mientras vemos una película ñola, escuchar música triste pañuelos en mano, llamar a todos tus amigos para que te saquen de casa y te distraigas durante como mucho cinco minutos seguidos… Y sí, acostarse con otra persona entra dentro de esas conductas motivadas por las emociones.
A veces acostarte con alguien puede ayudarte a lidiar con el duelo, pero no a superar a un ex porque eso no se logra con un simple “polvo”. Se necesita tiempo y paciencia. Aun así, no siempre conseguirás sentirte mejor. ¿De qué depende?, te preguntarás.
A veces no se cumplirán esos requisitos y aun así, te acostarás con un alguien. Quizá es un ex, quizá un amigo o quizá un completo desconocido. Llamémosle ligue, llamémosle parche, llamémosle… ¿Persona con sentimientos?
Somos humanos, no robots ni estatuas de piedra. También cometemos otros errores para superar una ruptura: llamar a tu ex cuando has bebido más de la cuenta, stalkear sus cuentas 24/7, borrar todas las fotos de una relación sana eliminando la posibilidad de ver esos recuerdos cuando hayas sanado, etc. La diferencia es que estos errores no involucran a alguien más.
Si decides acostarte con alguien después de dejarlo con tu ex, independientemente de si lo haces por despecho, por llenar un vacío o por distraerte, cuida la reciprocidad afectiva. En otras palabras, deja claro lo que está pasando a tu nuevo ligue, ten empatía, explícale lo que sientes y permítele decidir si quiere involucrarse o no, aunque solo sea sexo de una noche.