¿Por qué deja cicatriz la vacuna de la viruela?

  • Los vacunados de viruela presentan una cicatriz común

  • En la década de los 70, era habitual utilizar una aguja bifurcada para inocular la dosis de la vacuna de la viruela

  • Síntomas de la viruela del mono

Los casos de viruela del mono registrados en Estados Unidos y Europa han disparado todas las alarmas. En las últimas semana se ha detectado la enfermedad en doce países. España, uno de los países en los que la enfermedad se ha detectado, es hasta el momento el más afectado por los posibles casos positivos.

Aunque hasta el momento no hay muchas pistas de esta enfermedad, lo cierto es que sus síntomas son muy similares a los que generaba una enfermedad tan mortal como fue la viruela. Mucho más leves, por supuesto, pero también transmisibles a través del contacto estrecho y prolongado. Además, la inmunidad frente a esta enfermedad es muy escasa entre la gente joven ya que la población por debajo de los 40 o 50 años no ha recibido la vacuna contra la viruela y el virus no ha estado presente en países no endémicos.

Cicatriz de la vacuna de la viruela

Las personas de más de 40 o 50 años que recibieron la vacuna contra la viruela sí conservan cierta inmunidad. Este grupo de población comparte, además, una característica común: la cicatriz en la parte superior del brazo. Esto se explica por la aguja que se utilizaba entonces. Actualmente, las vacunas se suministran con una aguja hipodérmica, pero en la década de los setenta, la más común era la aguja bifurcada con dos puntas en el extremo.

Así, la inyección contra la viruela se inoculaba con esta aguja bifurcada. Se sumergía en la solución de la vacuna y cuando se sacaba, quedaba una gota de la sustancia entre ambas puntas. Luego se inyectaba de una manera muy concreta: se picaba en la piel unas 15 veces en pocos segundos.

Esta singular inyección generaba un pequeña protuberancia de sangre que, al cicatrizar, dejaba una marca en la piel de la persona vacunada. Se puede diferenciar de otras marcas de vacunas, como la de la tuberculosis, por su forma volcánica y hundida.

Posibles secuelas de la viruela del mono

La enfermedad suele durar de dos a cuatro semanas y las lesiones en la piel sanan en los 14 y 21 días posteriores. Como secuelas, según advierten los expertos, pueden aparecer cicatrices varioliformes residuales con lesiones cutáneas hipopigmentadas o hiperpigmentadas. Las cicatrices graves son inusuales, al igual que en los cuadros de viruela común.