El esmegma es una sustancia blanquecina, espesa y maloliente que se acumula en los genitales, sobre todo en el caso de los hombres. Esto no sólo provoca situaciones incómodas por su aspecto y aroma desagradables, sino que también puede dar lugar a infecciones.
Esta secreción natural del cuerpo humano tiene incluso su función como lubricante del pene o de la vagina. En el caso de las mujeres, se produce entre los labios menores y mayores, mientras que el hombre lo segrega justo debajo de la base del glande a través de las denominadas glándulas de Tyson, facilitando así el deslizamiento del prepucio durante el coito.
Según la Academia Europea de Dermatología y Venereología, el esmegma, en el caso de los hombres, está compuesto de células muertas de la piel, secreciones de la próstata, células blancas de la sangre y hormonas sexuales que se acumulan debajo del prepucio originando bolitas blancas entre el glande y el prepucio.
El esmegma afecta sobre todo a los hombres, especialmente si padecen de fimosis o de frenillo corto. En estos casos, el prepucio cubre permanentemente la zona del pene donde se forma dicha sustancia y dificulta su limpieza al no retraerse por completo. Aunque el hecho de tener el glande al descubierto no significa que el esmegma no se deposite originando esa masa blanquecina.
Contar con una higiene adecuada es fundamental para evitar que el esmegma se acumule y cause problemas en la salud del hombre. Puede provocar irritación en el pene y la inflamación del glande o del prepucio, o de los dos a la vez, y también puede dar lugar a infecciones.
Los especialistas aconsejan limpiar de manera regular el glande por debajo del prepucio con agua tibia y jabón para eliminar el exceso de células muertas, antes de que puedan unirse a la grasa y la piel muerta, impidiendo así la aparición del esmegma.
Si el esmegma surge por motivos diferentes a la falta de higiene, como por ejemplo por la fimosis, los especialistas recomiendan combinar una buena higiene con un tratamiento farmacológico con antibióticos. Las cremas antibióticas pueden ayudar a equilibrar el funcionamiento de las glándulas que están localizadas debajo del prepucio.
Uno de los efectos secundarios del esmegma es que, como consecuencia del exceso de jabón, puede aparecer sequedad en la piel del pene, del glande y del prepucio. Para ayudar a hidratar la piel son buenas las cremas ricas en las cremas ricas en vitamina E, A, B3 y C .