Más de 80 sociedades científicas que representan a más de 200.000 profesionales sanitarios en España han impulsado un manifiesto con 11 puntos clave en los que piden y demandan “no parar la vacunación” y “ponerse de acuerdo en el control de la pandemia”.
Dirigido directamente al “presidente del Gobierno de España”, Pedro Sánchez, así como a los “presidentes de las 17 comunidades autónomas”, y encabezando el mensaje con un “señores políticos”, todos ellos han suscrito las razones por las cuales consideran que la vacunación es clave e imprescindible en la lucha contra el coronavirus para acabar con la pandemia.
Los 11 puntos clave del manifiesto, en el que tampoco se olvidan de dirigirse a la ciudadanía, son:
Con estos puntos, publicados también en forma de petición en change.org, los sanitarios llaman a los poíticos a la coherencia, la responsabilidad y el respeto al trabajo de los científicos, fundamental también para intentar poner freno a la pandemia.
En los últimos días, la desconfianza respecto a las vacunas de AstraZeneca y Janssen se ha acrecentado después de los distintos casos atípicos de trombos detectados, los cuales han llevado, sucesivamente, a suspensiones cautelares para que el Comité de Riesgos y Farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) lo analizase y emitiese su valoración.
Primero fue la de la compañía anglosueca. La EMA concluyó que estos trombos detectados, que llevaban asociados casos de trombocitopenia (disminución de las plaquetas) podían llegar a ser un efecto secundario de la vacuna de AstraZeneca, pero, ante todo, recalcó que los beneficios superaban con creces a los riesgos. De hecho, en los últimos días son múltiples las voces de los expertos que señalan que hay más probabilidad de trombo en el tabaquismo o los anticonceptivos orales que con la vacuna de AstraZeneca. Y también la OMS lo deja claro, recordando que la covid-19 provoca muchos más trombos y muertes, llamando a protegerse de la enfermedad "cuanto antes mejor".
Esta semana era el turno de Janssen, después de que el día 13, el pasado martes, se anunciase que, en un proceso similar, y por "cautela", primando la "seguridad y el bienestar", se suspendiese cautelarmente el uso de la vacuna y se retrasase su llegada a Europa después de detectar seis casos de trombos raros entre 6,8 millones de dosis de vacuna adminsitradas en EEUU. Fue la Administración de Drogas y Alimentos estadounidense, la FDA, la que junto a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC), emitió la recomendación.
"Hemos estado revisando estos casos con las autoridades sanitarias europeas. Hemos tomado la decisión de retrasar proactivamente el reparto de nuestra vacuna en Europa", manifestó la farmacéutica Johnson & Johnson expresando su conocimiento sobre un problema "extremadamente raro" que implica "coágulos de sangre combinados con bajas plaquetas" y que se ha dado en un "número reducido" de personas que han recibido su vacuna anticovid.
Ahora, el PRAC está analizando también los casos, pero el resultado no se espera que sea diferente.
Los expertos parecen tenerlo claro al preguntarles si se vacunarían con AstraZeneca o Janssen: no hay que parar la vacunación.